Un software analítico nuevo para el despegue de la astrofísica europea
Los astrónomos son básicamente viajeros del tiempo estelares, pues las galaxias se encuentran tan lejos que su luz tarda miles de millones de años en llegar a la Tierra. Tener la capacidad de descubrir estos sistemas de estrellas implica observar el universo tal y como era poco después del Big Bang. Si bien estas imágenes del espacio profundo son fundamentales para descifrar cómo se originó el universo y su evolución, la obtención de imágenes de estos objetos distantes con una nitidez adecuada ha supuesto siempre un quebradero de cabeza. Una mirilla al pasado «Estas galaxias están tan lejos que los astrofísicos suelen necesitar varios telescopios —explicó el profesor Adriano Fontana del Observatorio Astronómico de Roma del INAF (Italia) y coordinador del proyecto—. Los datos obtenidos de los instrumentos ópticos y, por ejemplo, los infrarrojos suelen presentar características diferentes que son difíciles de combinar. El mismo objeto observado mediante telescopios distintos suele presentarse de formas muy distintas». Para resolver este problema, el proyecto ASTRODEEP desarrolló software nuevo que aclara los múltiples datos que aportan los mejores telescopios y satélites de la ESA y la NASA. El sistema emplea las mejores imágenes de un objeto determinado y la información oculta en las imágenes de menor resolución se extrae mediante técnicas sofisticadas de análisis matemático de imágenes. Los astrofísicos pueden así reconstruir la historia del universo con una precisión sin precedentes. «Utilizamos el software nuevo con datos preexistentes para observar estrellas lejanas —aclaró Fontana—. La mayoría de estrellas nacen en ubicaciones con mucho polvo, lo cual dificulta su observación a semejantes distancias. La combinación de imágenes ópticas y en la banda infrarroja permite mirar a través del polvo y calcular la cantidad de estrellas ocultas nuevas. Existe una enorme cantidad de estrellas nuevas en las galaxias lejanas, pero la cantidad de polvo va reduciéndose conforme nos acercamos al Big Bang. Esta situación estaba prevista en los modelos y ahora podemos observarla». De cara al futuro El proyecto permite a los astrofísicos estudiar el pasado lejano como nunca antes, pero también presenta una visión de futuro sólida. La ESA está evaluando la tecnología de software desarrollada en ASTRODEEP para analizar datos del satélite Euclides que se lanzará en 2020. Esta misión tiene como objetivo resolver el misterio de la materia oscura y la energía oscura. Por otro lado, la NASA lanzará en los próximos años el telescopio espacial James Webb (JWST). «Queríamos generar herramientas que permitieran a los científicos de Europa aprovechar completamente los datos que se reciban de estas misiones —explicó Fontana—. También contratamos a varios investigadores jóvenes, hasta catorce, muchos de los cuales han logrado puestos fijos de trabajo». Según Fontana, el siguiente paso será utilizar estas herramientas de software con datos nuevos, en concreto cuando estos instrumentos entren en servicio. Europa ha ocupado así una posición privilegiada para encabezar los avances en astrofísica. «Si se tienen en cuenta los costes de inversión de una infraestructura de este calibre, el JWST cuesta 8 000 millones de dólares, mientra que Euclides más de 1 000 millones de euros. El progreso que genera una inversión mucho menor como la de este proyecto es gigantesco en comparación con su coste», concluyó Fontana.
Palabras clave
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