La biodiversidad ayuda a mitigar el cambio climático
Además de erigirse como focos de biodiversidad, los ecosistemas de los bosques tropicales absorben el dióxido de carbono del aire y, por lo tanto, constituyen una de las mayores reservas de carbono terrestre. Esta característica incrementa su importancia en los programas de mitigación del cambio climático, como por ejemplo el Programa REDD (Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques). El proyecto ROBIN (Role of biodiversity in climate change mitigation) determinará cuánta biodiversidad y de qué tipo hace falta para sustentar los ecosistemas necesarios con el fin de mitigar el cambio climático. Se está recurriendo a datos de teledetección para mejorar las técnicas de vigilancia, información y verificación de las reservas de carbono, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en zonas tropicales de América Latina. Asimismo, se utilizan modelos regionales a gran escala para estudiar cómo podrían influir a largo plazo distintas situaciones climáticas y socioeconómicas y los diferentes usos de la tierra en la biodiversidad y el almacenamiento de carbono. Los emplazamientos locales también sirvieron para recabar los puntos de vista de las partes implicadas acerca de los factores de cambio y sobre las barreras que afectan a las opciones de mitigación. Los resultados pusieron de manifiesto que existe una oportunidad notoria de mantener e incrementar la biodiversidad y las reservas de carbono en paisajes multifuncionales, ofreciendo al mismo tiempo un amplio abanico de nuevos servicios ecosistémicos para cumplir objetivos agrícolas, forestales y de conservación. El consorcio cuantificó el papel de la biodiversidad en los ecosistemas terrestres para la mitigación del cambio climático gracias a los datos de campo procedentes de distintos emplazamientos situados a lo largo de un gradiente climático de las zonas de bosque tropical. Los indicadores de biodiversidad se dividieron en cuatro categorías (taxonómica, funcional, estructural y paisajística) y se incorporaron a un único valor de «integridad de los ecosistemas», que representa el estado general del ecosistema. Los resultados mostraron que la biodiversidad tiene repercusiones directas positivas sobre las reservas de carbono y puede considerarse un elemento esencial de políticas de mitigación como el programa REDD+. Se desarrollaron productos de teledetección para su uso como variables sustitutivas de la biodiversidad, como por ejemplo mapas de ocupación del suelo, vegetación e integridad de los ecosistemas. Estos productos servirán de apoyo para las técnicas prácticas de vigilancia de la biodiversidad. Asimismo, se descubrió que se puede calcular un indicador de la integridad del ecosistema en zonas con muchos o pocos datos, parámetro que se utilizó a su vez como base para un programa mexicano de vigilancia de la biodiversidad. Además, este indicador ayudará a elaborar políticas para perfeccionar la gestión de bosques talados y secundarios con el fin de mejorar la biodiversidad y contribuir al incremento del almacenamiento de carbono. En ese sentido, ROBIN mejorará los resultados de los parámetros de mitigación del cambio climático y las medidas de protección de la biodiversidad, además de ayudar a reducir los niveles de pérdida de biodiversidad. Por último, el proyecto ayudará a diseñar y aplicar REDD+ y otros mecanismos similares en América Latina para garantizar un mayor almacenamiento de carbono en los bosques y la existencia de paisajes multifuncionales.
Palabras clave
Bosques tropicales, cambio climático, biodiversidad, carbono, REDD, ROBIN, teledetección, REDD+