Cáñamo con rasgos mejorados
El cáñamo es una planta sostenible y de alto rendimiento especialmente adaptada a los climas europeos. Además de proporcionar numerosos beneficios medioambientales, agronómicos y económicos, puede utilizarse para elaborar varios biomateriales —como fibras, semillas e incluso productos cosméticos y farmacéuticos— que impulsarían el crecimiento de la bioeconomía en Europa. En vista de sus múltiples ventajas, parece lógico fomentar la producción agrícola del cáñamo. Sin embargo, en Europa sigue siendo un cultivo minoritario y el sector tiene verdaderas dificultades para expandir la superficie dedicada al cáñamo. «A pesar de que llegó a ser un cultivo esencial para la industria por su fibra, durante el siglo pasado ha cedido todo el terreno en favor del algodón y los tejidos sintéticos», explicó Stefano Amaducci, coordinador del proyecto financiado con fondos europeos MULTIHEMP. Para revertir esta tendencia, el consorcio adoptó un enfoque innovador con el que pretendía introducir mejoras rápidas y estratégicas en la productividad del cáñamo y su calidad como materia prima. Paralelamente, se propuso ampliar los conocimientos científicos sobre las relaciones gen-rasgo de este cultivo. «Combinando la investigación genética con innovaciones en la agronomía, la cosecha y los métodos de transformación, hemos logrado generar productos sostenibles a partir de variedades mejoradas de cáñamo», añadió Amaducci. Un interés renovado En el marco de los esfuerzos de Europa por hallar nuevas vías para mitigar el cambio climático, la búsqueda de nuevos biomateriales vegetales más sostenibles ha adquirido gran relevancia. Aunque la mayoría de las prendas de vestir y muchos otros productos se elaboran con algodón, el cultivo de esta planta tiene efectos muy perjudiciales para el medio ambiente. Esta pérdida de interés por el algodón hace necesarias nuevas soluciones que, según los investigadores de MULTIHEMP, bien pueden hallarse en el cáñamo. «Existe un interés renovado en el cáñamo, que requiere menos agua y productos químicos y proporciona una fibra y un aceite de mejor calidad que los que pueden obtenerse de otras plantas», comentó Amaducci. «Por consiguiente, nuestra tarea es convertir en excelente un cultivo que ya es bueno de por sí». Biorrefinería de cáñamo El proyecto se centró en una planta de refinería de cáñamo natural que permite producir productos alimenticios de calidad superior (proteínas de alta calidad y aceite) y una amplia gama de biomateriales sostenibles. Las nuevas variedades de cáñamo desarrolladas se someten a un innovador proceso de biorrefinado que permite sacar partido a todas las partes de la planta. Cuando se cosechan las plantas, se separan los tallos de las semillas y los residuos de trilla se recogen para aprovechar sus valiosos metabolitos secundarios. A continuación se separan los tallos: con las fibras cortas se elabora un innovador sistema de aislamiento de borra y las largas se emplean para fabricar biocompuestos de alto valor. «Incluso estamos analizando el polvo que se genera durante el proceso de descortezamiento para hallar posibles aplicaciones industriales», afirmó Amaducci. Grandes beneficios A pesar de que este proyecto no finaliza hasta febrero de 2017, la planta de biorrefinado natural diseñada por el consorcio sin duda aportará numerosos beneficios, tanto económicos como medioambientales. En este sentido, MULTIHEMP promueve el desarrollo de nuevas variedades adecuadas para diversas aplicaciones de la planta. Por otra parte, los conocimientos generados gracias a la investigación agronómica y fisiológica servirán para perfeccionar las técnicas de cultivo y elegir las variedades más adecuadas para cada entorno y uso final.
Palabras clave
MULTIHEMP, cáñamo, biorrefinería, metabolitos, biomateriales, gen-rasgo