Camiones refrigerados más fríos y ecológicos
La industria del transporte europea se enfrenta a varias dificultades. El combustible constituye una porción considerable de los costes de explotación y su precio se ha encarecido en los últimos años. Dado que la fiscalidad se ha incrementado y la regulación sobre emisiones se ha endurecido, los márgenes de beneficio han disminuido de más del 3,5 % en 2003 a entre 0 y 2 % en la actualidad. La situación es peor para quienes manejan camiones refrigerados, ya que consumen más combustible. En consecuencia, este sector está necesitado, de forma apremiante, de nuevas tecnologías que abaraten el coste de estos camiones. Este era el cometido del proyecto financiado con fondos comunitarios «Mobile refrigeration system refrigerant leakage monitoring» (LEAKDETECT), que concluyó en 2011. Con el concurso de ocho socios, se dedicó a desarrollar un sistema de detección de fugas de refrigerante. Esta tecnología depende de una red de sensores de onda acústica superficial (SAW). Estos dispositivos económicos son especialmente eficaces para detectar cambios físicos. En este caso, fugas de refrigerante. Tal detección permite mantener la carga al nivel óptimo de rendimiento, al reducir el esfuerzo para el compresor y abaratar el coste. Sin los sensores SAW, hasta los sistemas bien mantenidos sufren fugas de refrigerante, lo cual merma el rendimiento del compresor. El sistema de LEAKDETECT permitiría un incremento del rendimiento equivalente a una reducción del 5 % en el consumo de combustible. En la primera fase del proyecto se realizó una labor técnica de selección y testado de los materiales sensores, así como el diseño del prototipo de SAW. La segunda fase consistió en construir, desarrollar, integrar y probar los sensores SAW. Estaba previsto que en 2012 se obtuviera protección legal para esta tecnología, pero al término del proyecto aún no se había aprovechado. Se espera que el sistema de LEAKDETECT genere ahorros de combustible para los camiones refrigerados que, a su vez, amplíe el margen de beneficio de las pequeñas empresas europeas del sector. Además, la disminución del consumo de combustible reducirá los escapes del motor y las emisiones de dióxido de carbono.