Protección de los suelos europeos ante el cambio climático
La gestión de suelos y cultivos tiene un efecto considerable en los flujos y las reservas de carbono. La mayoría de los ecosistemas no producen bienes demandados, por lo que los agricultores tienden a buscar ingresos a través de una productividad a corto plazo, en detrimento de los métodos agrícolas sostenibles. El proyecto SMARTSOIL (Sustainable farm management aimed at reducing threats to soils under climate change) afrontó este reto buscando formas de revertir la degradación actual de los suelos agrícolas europeos mediante la mejora de la gestión del carbono del suelo. La iniciativa se centró en sistemas agrícolas mixtos y de cultivos herbáceos con el objetivo de ofrecer información sobre métodos con los que las explotaciones orgánicas intensivas de bajos insumos pueden aumentar el carbono en suelo y, por lo tanto, mejorar su fertilidad y la rentabilidad de la explotación. Se identificaron sistemas agrícolas que consiguen un equilibrio entre la productividad de los cultivos y el mantenimiento de funciones vitales del suelo tales como la fertilidad, la biodiversidad, el contenido en agua y el ciclo de nutrientes. El equipo creó directrices y herramientas de apoyo para la toma de decisiones adaptadas a distintos suelos con el fin de ayudar a todas las partes implicadas en el sector agrícola, incluidos los agricultores, los asesores agrícolas y los responsables políticos. Se llevaron a cabo tres ensayos de campo con trigo de invierno en Dinamarca e Italia para evaluar los efectos del flujo o la reserva de carbono en el rendimiento de los cultivos. Asimismo, los socios del proyecto crearon una base de datos de experimentos a largo plazo para alojar la ingente cantidad de datos resultantes. Los datos de los experimentos a largo plazo sirvieron para calibrar y validar modelos de flujo del carbono y el nitrógeno en la atmósfera, la vegetación y el suelo. El proyecto dividió Europa en unas veinticinco zonas en función de los tipos de explotación, las características medioambientales y las fronteras administrativas. Se elaboró también un informe sobre distintas prácticas de gestión del suelo en toda Europa y el modo en el que influyen en las reservas de carbono en el suelo y los servicios ecosistémicos. Además, se identificaron como factores esenciales para aumentar el contenido en carbono del suelo la reducción de la intensidad en el laboreo, evitar los periodos de barbecho, conservar los rastrojos, recurrir a cultivos protectores y optimizar la producción de los cultivos. Esta iniciativa implicó a las partes interesadas en el proceso de formulación de una recomendación sobre políticas y en la versión final de la herramienta inteligente de apoyo para la toma de decisiones. En esta herramienta se tuvieron en cuenta las necesidades específicas de los grupos individuales implicados y se recopilaron conocimientos procedentes de distintos ámbitos relacionados con los suelos, los cultivos y la realidad socioeconómica. La información se armonizó con las políticas actuales de la UE que han propuesto medidas para mejorar la gestión sostenible del carbono del suelo, y puede servir de contribución para elaborar una Directiva Marco sobre suelos. SMARTSOIL ayudará a detener la degradación de los suelos a través de prácticas sostenibles que auguran el incremento de la productividad y la restauración de las funciones vitales del suelo. Gracias a una mejora de la planificación y la adquisición de datos, las herramientas de apoyo para la toma de decisiones pueden contribuir a garantizar la seguridad del abastecimiento de piensos y alimentos para Europa pese al cambio climático.
Palabras clave
Carbono del suelo, productividad de los cultivos, SMARTSOIL, cambio climático, experimentos a largo plazo, herramienta inteligente de apoyo para la toma de decisiones