Protección de la privacidad del consumidor europeo
Numerosos aspectos de la vida moderna, y en especial las compras, se han trasladado al mundo virtual y se han globalizado. A este respecto, se han producido cambios a una velocidad vertiginosa que podrían socavar los mecanismos de protección, relativamente estrictos, impuestos por la UE en relación con la información al consumidor y el consentimiento informado. El proyecto «Consumer sentiment regarding privacy on user generated content services in the digital economy» (CONSENT) se inició para investigar esta cuestión. El consorcio responsable, compuesto por 19 entidades, funcionó durante 3 años (hasta abril de 2013), periodo en el que percibió de la UE fondos por valor de 2,6 millones de euros. Concretamente, el proyecto pretendía determinar de qué manera el comportamiento del consumidor y las prácticas comerciales están modificando el papel del consentimiento en el tratamiento de los datos personales. El consentimiento es un concepto fundamental del mercado europeo, hecho que lo distingue de otros mercados. Sin embargo, se ha registrado una tendencia hacia una situación en la que los usuarios de los servicios en Internet poseen un control reducido de su información personal, sobre todo en lo referente a la publicidad personal dirigida, hecho que aparentemente vulnera ciertos principios europeos. Además, desde el proyecto se investigó cómo estos cambios sociales influyen en las elecciones de los consumidores y en su actitud ante la privacidad. CONSENT cumplió sus cinco objetivos. Durante su primer año y medio, recopiló tres conjuntos de datos que se analizaron en un intento por definir las prácticas actuales y los marcos legales. El equipo del proyecto concluyó que, en general, son escasas las prácticas justas seguidas por los proveedores de los servicios en lo que a tratamiento de datos se refiere. Así, por ejemplo, la mayoría no dispone de un paso de registro diferenciado para la obtención del consentimiento. Por norma, para el consumidor resulta difícil localizar la política de privacidad de los proveedores, algunos de los cuales no tienen siquiera tal política. La mayoría de los consumidores desconoce qué datos son recopilados y cómo se utilizan. Asimismo, el marco legal europeo vigente es inadecuado en distintos aspectos, mientras que las leyes no se aplican con coherencia y las autoridades carecen de competencias suficientes. Esta incapacidad para hacer cumplir la ley tiene como consecuencia que dichos proveedores carezcan de incentivos para ajustarse a la misma. La segunda mitad del proyecto se centró en un análisis cuantitativo de las actitudes de los usuarios. Además, se creó un juego de herramientas destinado a autoridades políticas, mientras que los hallazgos se recogieron en un informe de corte político. El equipo del proyecto programó numerosas actividades de difusión, entre ellas, numerosos talleres y eventos. CONSENT ofreció una panorámica de las actuales prácticas y políticas de privacidad de los proveedores de servicios, de lo cual se desprenden numerosas cuestiones prioritarias que requieren la atención de las autoridades políticas. Todo ello tendrá como consecuencia un refuerzo de los mecanismos de protección de los datos de los ciudadanos residentes en la UE.
Palabras clave
Proveedor de servicios en línea, intimidad, protección del consumidor, consentimiento, protección de datos, economía digital