Nuevo itinerario para la investigación alimentaria y sanitaria
La cuarta parte de las enfermedades crónicas, desde el cáncer y las cardiopatías hasta la diabetes y la demencia, se atribuye al hecho de seguir dietas poco saludables. Ello ha puesto de relieve la necesidad apremiante de desalentar el seguimiento de estas dietas mediante la definición de soluciones efectivas y el diseño de políticas mejores con las que combatir este fenómeno. El proyecto financiado con fondos europeos «Food and health research in Europe» (FAHRE) tenía el cometido de mejorar la investigación sobre este tema por medio de iniciativas conjuntas entre varios países y de una mayor implicación de las autoridades competentes. El equipo del proyecto realizó, a escala regional, nacional y europea, un estudio de la financiación para investigaciones alimentarias y sanitarias, del desarrollo de políticas pertinentes, y de los principales organismos y procesos implicados. Evaluaron también las investigaciones alimentarias y sanitarias con vistas a descubrir lagunas, mantuvieron contactos con instancias decisorias y destacaron oportunidades de cooperación investigativa entre países de la UE. Las estrategias propuestas por el proyecto promueven el desarrollo de mejores instrumentos de financiación basados en una mayor transparencia, una cooperación más eficaz y una menor duplicación de esfuerzos. En esencia, FAHRE sirvió de apoyo a la elaboración de políticas con el fin de reforzar notablemente el Espacio Europeo de Investigación (EEI) en lo relativo a la alimentación y la salud en toda Europa al elaborar treinta y dos informes nacionales que abarcan una amplia variedad de temas, entre ellos la nutrición, la dieta, la producción de alimentos y su procesamiento, la seguridad alimentaria, el comportamiento del consumidor y la malnutrición. Los informes, que recogen 363 programas de investigación a escala nacional y regional, sirvieron para concretar los puntos fuertes y débiles en este campo a nivel europeo. FAHRE celebró un taller sobre la investigación alimentaria y sanitaria en Europa y llevó a cabo una encuesta sobre este tema entre pequeñas y medianas empresas (PYME) y grandes empresas de la alimentación. Otros frutos del proyecto han sido otros informes y estudios de utilidad que sirven para promover diversas soluciones con las que combatir el consumo excesivo de alimentos y en los que se incluyen aportaciones de expertos, ciudadanos y otros interesados. Las recomendaciones y mejores prácticas redactadas están llamadas a elevar la seguridad alimentaria y sanitaria en Europa y también a contribuir a reducir los costes sanitarios.