Obtención de combustible barato a partir de la caña de azúcar
La segunda generación de biocombustibles se obtiene a partir de biomasa lignocelulósica de caña azucarera y ofrece una prometedora alternativa limpia a los combustibles fósiles existentes, pero aún existen distintos obstáculos que impiden su total aprovechamiento y comercialización. El bagazo, el material fibroso subproducto del tallo aplastado, así como los ápices y las hojas (la paja) de la caña de azúcar son ejemplos de biomasa lignocelulósica. Los socios del proyecto financiado por la Unión Europea «Conversion of sugar cane biomass into etanol» (Canebiofuel) pretenden mejorar las técnicas más avanzadas de procesamiento aportando conocimientos nuevos y fundamentales sobre estos componentes de la caña de azúcar. El principal objetivo era crear una plataforma científica y tecnológica para la conversión de la biomasa de caña de azúcar en azúcares fermentables e integrar aún más este proceso en la producción actual de etanol de primera generación. Para ello, tienen previsto obtener un conocimiento más detallado sobre los componentes estructurales de la biomasa de caña de azúcar y sobre los efectos del pretratamiento y la hidrólisis enzimática. El pretratamiento consiste en abrir la estructura de la fibra lignocelulósica para, a continuación, exponerla a la hidrólisis enzimática. La hidrólisis introduce un catalizador enzimático que libera los azúcares simples a partir de carbohidratos más complejos. El objetivo del proyecto Canebiofuel era identificar qué parte de la biomasa de la caña de azúcar era la más adecuada para una tecnología de conversión a base de enzimas destinada a la producción de biocombustible. Después de recoger más de doscientas toneladas de caña de azúcar en Brasil, los miembros del consorcio utilizaron métodos cromatográficos y espectrométricos para analizar la composición química de las fracciones de biomasa. Los experimentos sobre la manera de tratar las fracciones de la caña de azúcar demostraron que la paja era más fácil de hidrolizar y fermentar, lo que probablemente refleja su composición y morfología diferentes a las del bagazo. Es importante destacar que los socios de Canebiofuel lograron afinar los cócteles de enzimas de mayor rendimiento necesarios para la conversión óptima de estos materiales en bioetanol. Como cabía esperar, la modelización de los costes demostró que, sin subvenciones, es difícil igualar el coste del etanol de primera generación de conversión de caña de azúcar. Sin embargo, descubrieron que el coste de producción del etanol de segunda generación es comparable al que tiene, en la Unión Europea, la producción de etanol basada en almidón, lo que indica que podría ser viable económicamente. El resultado del proyecto Canebiofuel tiene repercusiones importantes para la industria de la energía. El descubrimiento de que con una cosecha típica de caña de azúcar en Brasil se podrían producir hasta noventa millones de toneladas de paja da muestra del enorme potencial de la producción de combustible a partir de residuos de la caña de azúcar. Y lo que es más importante, esta producción de etanol podría aumentar significativamente sin necesidad de utilizar más tierras cultivables.