El entorno determina el desarrollo de alergias
Las alergias aparecen en los primeros años de vida y los datos acumulados apuntan hacia diversos factores exógenos como los responsables de las mismas. Los niños criados en granjas tradicionales están más protegidos de la predisposición a las enfermedades alérgicas (o atopia) y del asma que los niños ajenos al medio rural. Para estudiar más a fondo esta observación, los investigadores de la iniciativa financiada por la Unión Europea «Mechanisms of early protective exposures on allergy development» (Efraim) se centraron en varios factores presentes en los primeros años de vida que influyen en el desarrollo de alergias en los niños de entornos rurales. En concreto, el estudio se orientó hacia el estilo de vida, la dieta y otras exposiciones ambientales (microbiana, por ejemplo). Los investigadores abordaron dos rutas de intervenciones preventivas en modelos animales y en estudios in vitro: el desarrollo de una fórmula de leche que proteja contra las alergias y el desarrollo de una vacuna antialérgica. Sobre la base de las familias inscritas en el programa precedente Pasture, los científicos de Efraim evaluaron medidas objetivas de las alergias en muestras de sangre extraídas al nacer y a las edades de un año, cuatro años y medio y seis años. Estos datos se asociaron con información detallada sobre la aparición de enfermedades alérgicas y la exposición ambiental recopilada mediante cuestionarios y exámenes clínicos complementarios. Para mostrar la maduración del sistema inmunitario y la activación de la respuesta inmunitaria, los investigadores realizaron una serie de estudios de genotipificación y epigenéticos, así como análisis de expresión génica. Combinando los resultados de los mismos con las mediciones de ácidos grasos en el suero de los niños, los socios del proyecto esperaban poder determinar la actividad inmunomoduladora de la leche cruda frente a la pasteurizada y de los componentes de la leche. Los investigadores establecieron un método cualitativo y cuantitativo para analizar los ácidos grasos no sólo en las muestras de leche, sino también en las muestras de suero de los niños participantes en el estudio. Para llevar más lejos la comparación entre la leche cruda y la pasteurizada, se efectuaron análisis de los compuestos activos de las muestras de leche de diferentes centros de producción lechera. En el nivel preclínico, los científicos estudiaron minuciosamente la bacteria Lactococcus lactis en el modelo de asma de ratón sensibilizado a la ovoalbúmina (OVA) y desarrollaron un producto candidato para una vacuna de protección contra la alergia. Aunque queda por determinar su eficacia, el estudio Efraim ha abierto nuevas vías de exploración con buenas perspectivas para el desarrollo de vacunas contra la alergia. En suma, el proyecto Efraim es un buen ejemplo de cómo el conocimiento acerca de la exposición de protección en los primeros años de vida se puede convertir en nuevas estrategias preventivas.