Plásticos de alta resistencia con nuevos refuerzos
Los polímeros son compuestos formados por subunidades individuales llamadas monómeros. Se encuentran por doquier en la naturaleza (por ejemplo, almidón o proteínas) y se sintetizan en la industria para multitud de aplicaciones. Las poliolefinas son polímeros sintéticos producidos a partir de olefinas simples, o alquenos. El polietileno y el polipropileno se cuentan entre las poliolefinas industriales más comunes. Los nanocompuestos de poliolefinas son materiales producidos con una matriz de poliolefina en la que se integran (intercalan) nanopartículas de algún otro compuesto. Los estudios de laboratorio realizados sobre estos compuestos han generado resultados muy prometedores. No obstante, su producción en serie mediante maquinaria convencional resulta cara y la calidad de los productos fabricados es inferior a la esperada. Científicos europeos iniciaron el proyecto Nanotough («Nanocompuestos híbridos reforzados nanoestruturados para aplicaciones de alto rendimiento») para caracterizar la dispersión de las nanopartículas dentro de la matriz de poliolefinas. En particular, los investigadores estudian la interfase entre los materiales nanocompuestos y la matriz de poliolefinas. Buscan formas de aumentar la dureza y la resistencia al impacto de los nanocompuestos de poliolefinas mediante el desarrollo de nanocompuestos nuevos y rentables con fibra de nanorrelleno (híbridos). Además de sintetizar nuevos polímeros para mejorar la intercalación de las nanopartículas en las poliolefinas, los científicos de Nanotough están empleando microscopía y tecnología de visualización de vanguardia para estudiar la estructura y composición de la interfase. Utilizando los datos experimentales, han desarrollado modelos mejorados de nanocompuestos. Los datos teóricos y experimentales han ayudado al equipo a mejorar varias propiedades mecánicas y han proporcionado información importante sobre la modificación química y el procesamiento. Esta información proporcionó conocimientos que deberían ayudar a superar las barreras técnicas a su producción, permitiendo aprovechar el enorme potencial de capacidad de estos materiales. La producción en serie de estos nanocompuestos de poliolefinas podría conducir a cambios fundamentales en las diversas formas de utilización de numerosos productos metálicos y basados en plásticos, como los empleados en la industria automovilística y aeronáutica.