Terapia celular para las cardiopatías
Las imágenes clínicas de pacientes que han sufrido un infarto de miocardio indican que la capacidad regenerativa del corazón tras una lesión es nula o muy baja. Se han llevado a cabo ensayos clínicos con vistas a analizar la capacidad de las células de la médula ósea para regenerar el miocardio y se ha descubierto que, desgraciadamente, la mejora funcional es mínima. Por lo tanto, se deben diseñar tratamientos alternativos basados en la regeneración o la sustitución de la zona del miocardio dañada. Por ello, se inició el proyecto «Development of cardiomyocyte replacement strategy for the clinic» (CARDIOCELL), financiado con fondos comunitarios, donde se estudiaron las células madres cardiacas tanto adultas como pluripotentes. El objetivo consistió en identificar las vías de señalización que intervienen en la diferenciación de estas células en cardiomiocitos. Se estudió el desarrollo del miocardio en mamíferos a través de un modelo murino que permitió identificar factores de transcripción (Islet1 y Fgf10) y vías de señalización (Fgf y BMP) implicados en el desarrollo del miocardio. Tras el estudio de células madre y células progenitoras cardiacas, se detectaron marcadores (CD36, N-cadherin y ATP1b1) y se diseñaron técnicas para su purificación. Para evaluar la capacidad de regeneración de los cardiomiocitos se empleó la datación por radiocarbono (C-14), ya que con esta técnica es posible averiguar la fecha de origen de moléculas orgánicas como el ADN de hasta un año de antigüedad. La edad media de los cardiomiocitos es seis años menor que la de la persona analizada, lo cual indica que este tipo de células se regeneraron en la edad adulta. Se utilizaron modelos matemáticos para calcular la frecuencia anual de regeneración de los cardiomiocitos que resultó ser del 2 % en jóvenes y menor del 1 % en ancianos. Se estudiaron también nuevas estrategias de terapia sustitutiva de cardiomiocitos para tratar la cardiopatía isquémica. Los científicos aislaron una población de células con propiedades similares a las células madre de un corazón de ratón y las cultivaron durante un largo periodo de tiempo. Se consideró también la posibilidad de crear una prótesis de miocardio utilizando matrices sintéticas que sirvieran de apoyo para el crecimiento y la actividad de los cardiomiocitos. En CARDIOCELL se obtuvo información valiosa que permite abrir nuevas vías para el diseño de estrategias terapéuticas tras un infarto de miocardio. Las fuentes celulares propuestas se consideran seguras para el trasplante y se espera que mejoren el desenlace clínico de los enfermos de cardiopatía isquémica.