Una agricultura preparada para el cambio climático
La agricultura europea, indispensable para alimentar a los ciudadanos del continente, se encuentra amenazada por el calentamiento global. La UE es consciente de la necesidad acuciante de abordar las consecuencias del cambio climático en la agricultura. El proyecto Adagio («Adaptación de la agricultura en regiones europeas vulnerables al riesgo medioambiental planteado por el cambio climático»), una iniciativa financiada con fondos comunitarios, se propuso hallar soluciones a los efectos del cambio climático en el sector agrícola. Con este propósito, estudió grandes regiones europeas, a saber, el Mediterráneo y Europa Central y del Este, y las clasificó atendiendo a sus necesidades, para posteriormente integrar medidas preventivas contra el cambio climático en la Política Agrícola Común de la UE (PAC) y las iniciativas de desarrollo rural. A fin de identificar posibles riesgos y desarrollar métodos eficaces, los responsables de Adagio encuestaron a agricultores y otros agentes implicados en el sector y combinaron las distintas investigaciones existentes en la materia. Tales iniciativas pusieron de manifiesto la reticencia de los agricultores a aplicar unas sencillas recomendaciones para evitar el cambio climático, así como el hecho de que existían importantes diferencias en la producción agrícola, lo que permitió esbozar nuevas estrategias y políticas regionales. El análisis llevado a cabo en el marco de Adagio demostró que optimizar el periodo de siembra y trasplante y emplear especies y variedades alternativas constituía la estrategia más adecuada para el Mediterráneo. Asimismo, se hizo hincapié en la necesidad de hacer un mejor uso de los recursos hídricos y perfeccionar las técnicas de riego. En lo que respecta a Europa Central, las recomendaciones incidieron en un uso eficaz de los recursos agrícolas, hídricos y territoriales y en cambios en los cultivos, los sistemas de siembra y las prácticas ganaderas. En las actuaciones sugeridas para Europa del Este cobraron importancia la transición de la región hacia una economía de libre mercado y los aspectos socioeconómicos, lo que se tradujo en la elaboración de nuevas estrategias correctivas factibles. Adagio aportó recomendaciones en materia de gestión a nivel local, regional y nacional, así como una descripción pormenorizada de los riesgos y vulnerabilidades que afectan a distintos países. Si estos resultados se plasman en actuaciones adecuadas, contribuirán a una agricultura más eficiente, una economía más sostenible y una Europa mejor alimentada.