Reconciliación de la acuicultura con los ecosistemas marinos
El proyecto SAMI («Síntesis de la acuicultura y los ecosistemas marinos») se dedicó a revisar la bibliografía existente acerca de cómo el incremento de la demanda de alimentos ha conducido a una expansión de la acuicultura y a un mayor impacto sobre el medio ambiente tanto a escala local como global. De este modo se pretendía obtener una nueva perspectiva de las tendencias futuras. El equipo responsable del proyecto organizó un taller de trabajo con el fin de formar un grupo de redacción que revisara las investigaciones en marcha y ya finalizadas en los ámbitos del medio ambiente y la acuicultura. Las conclusiones de dicho grupo de redacción se integraron en los requisitos medioambientales de la Política Pesquera Común (PPC). Al formular las futuras acciones en el plano científico, los socios del proyecto tuvieron en cuenta las opiniones y sugerencias de otros colectivos interesados, incluidas empresas y organizaciones no gubernamentales. Los resultados de este proyecto contribuyeron a clarificar el efecto de la acuicultura en los ecosistemas marinos y permitieron conocer mejor los modelos de calidad del agua empleados en la Directiva Marco del Agua (DMA). Esta directiva se utilizó para regular la acuicultura y otras actividades humanas en zonas litorales y también para impulsar el desarrollo sostenible. Los socios del proyecto y los interesados debatieron posibles soluciones futuras para prevenir la interacción genética entre los peces de criadero y los peces en libertad y sopesaron diversas alternativas a los piensos derivados del pescado. Además, los responsables de esta iniciativa investigaron otros factores que repercuten en la industria acuícola, entre ellos cuestiones sociales y de desarrollo económico, la actitud de los consumidores y la legislación. Se analizó la evolución histórica de los parámetros económicos de la acuicultura y, partiendo de esto, se trató de predecir las tendencias futuras. El proyecto SAMI ha cumplido una función de gran utilidad de cara a reconocer posibles amenazas futuras derivadas de la expansión de la industria acuícola. Las conclusiones alcanzadas por su consorcio pueden servir para atender las necesidades nutricionales de la población europea, y a la vez para proteger los ecosistemas marinos y el medio de sustento de quienes de ellos dependen.