Optimizar el tratamiento del dolor postoperatorio
Alrededor de un 40 % de los pacientes sometidos a cirugía sufren de dolores postoperatorios, que varían de moderados a severos, pese a recibir tratamiento para paliarlos y pese a la existencia de un completo conjunto de directrices sobre cómo tratar el dolor. Tal dolor provoca un sufrimiento que podría evitarse y deviene en estancias hospitalarias más largas y en unos costes en asistencia sanitaria más elevados. Dado esto, la UE financió el proyecto PAIN OUT («Improvement in postoperative pain outcome») para analizar el problema. El proyecto comenzó su andadura en enero de 2009, con financiación para cuatro años, y después del año 2013 continuará sin los fondos comunitarios. El principal objetivo de la iniciativa consistió en desarrollar y validar un sistema para evaluar, a nivel cualitativo, los resultados en lo que a dolor postoperatorio se refiere. Esto se materializó en un «registro sobre dolor», una extensa base de datos en la que se introducen y actualizan datos clínicos e informes subjetivos de pacientes, procedentes en su mayoría de los centros hospitalarios que participaron en el proyecto. En el año 2012 constaba de 35 000 entradas, lo que la convertía en una de las bases de datos más grandes del mundo. El registro sirve dos propósitos principales. El primero sería proveer información (comparando los datos con los de otros hospitales) para mejorar la calidad de los tratamientos. Su segunda función consiste en facilitar la investigación en materia de asistencia sanitaria. Gran parte del trabajo del proyecto se centró en los aspectos técnicos de la creación de la base de datos y los relativos a la población a la que ésta refiere. Esto incluyó la creación, validación y traducción de un cuestionario que se suministró a los hospitales, además de otros módulos del registro tales como un sistema de ayuda a la toma de decisiones y una biblioteca digital de conocimientos: un conjunto de directrices que resumen las recomendaciones actuales para aplicar las terapias. Los resultados más relevantes fueron de carácter científico y cubrían tres ámbitos principales. Un análisis de economía de la salud reveló que una parte de los pacientes sigue sufriendo dolores postoperatorios pasados siete días desde la intervención, lo que afecta enormemente a las medidas de calidad de vida. Se está llevando a cabo un análisis de costes relativo a estos datos. Otros estudios incluyeron una encuesta para determinar el grado de satisfacción de los pacientes. Dicha encuesta reveló una variación en el servicio que ofrecen los distintos hospitales al darse una considerable diferencia en factores como la cantidad de visitas hospitalarias y el tiempo que emplean los miembros de la unidad de dolor. El análisis de género y edad reflejó que determinados pacientes, en especial las mujeres de edad avanzada, requieren una mayor atención en lo que se refiere al tratamiento del dolor. La rápida difusión acrecentó el gran apoyo del que disfrutaba el proyecto, que se extendió hasta incluir a sesenta hospitales de cinco continentes. Hasta la fecha, los resultados del proyecto se han divulgado a través de setenta encuentros y nueve publicaciones de carácter científico. El legado de PAIN OUT proporcionará mejoras en los tratamientos del dolor para los pacientes y un ahorro de costes para los sistemas de asistencia sanitaria.