Estudio de hábitos de uso de la energía
El cambio climático y los impactos medioambientales en nuestro uso de los recursos se están convirtiendo en factores cada vez más importantes en muchos aspectos de nuestras vidas. Un área clave que precisa atención es el suministro y el empleo futuro de la energía, sobre todo cuando se tienen en cuenta las realidades económicas. Es necesario realizar cambios de gran calado en la forma en la que utilizaremos la energía en el futuro, avanzando paso a paso hacia una mayor eficiencia y una menor cantidad de energía consumida. Todos los sectores de la sociedad tendrán que adoptar fuentes de energías renovables y más sostenibles. No obstante, la cantidad de cambios precisarán otros de gran calado en el comportamiento de los consumidores. Barenergy («Obstáculos a los cambios energéticos entre los consumidores finales y los hogares») fue un proyecto de treinta meses de duración financiado con fondos comunitarios con el fin de analizar las distintas formas de influir en los comportamientos relacionados con el consumo de energía entre estos grupos. El proyecto estudió dos áreas amplias para la modificación de comportamientos: la primera se dedicó al ahorro de energía y la mejora de la eficiencia energética de los hogares; la segunda fue la adopción de conceptos nuevos aplicados a las energías sostenibles y renovables. En ambas áreas los equipos estudiaron campos más específicos de consumo como el empleo de automóviles, la calefacción doméstica o el empleo de electrodomésticos y evaluaron distintos obstáculos que se interponen ante una mayor eficiencia así como estrategias para aumentarla. El equipo de investigación averiguó que los mismos obstáculos se encuentran en relación con el ahorro energético, el aumento de la eficiencia y las nuevas tecnologías. Concluyeron que es necesario aplicar una mezcla de medidas dirigidas al logro de cambios generales institucionales y otras dirigidas a los individuos para superar los obstáculos. En lo relativo a las medidas de ahorro energético los investigadores descubrieron que una falta de conocimientos es uno de los obstáculos principales que impiden el cambio de comportamientos. También indicaron que todos los pasos dirigidos a reducir el consumo no deben menoscabar la comodidad ni el estatus personal. Para mejorar la eficiencia energética y fomentar que los consumidores renueven sus electrodomésticos y demás sistemas en el hogar o se decanten en mayor medida por vehículos eficientes desde el punto de vista energético es necesario que la información que acompaña a los productos sea más clara y fiable. Otros factores importantes a tener en cuenta son el conocimiento de la existencia de distintos productos y la disponibilidad de subvenciones para llevar a cabo medidas encaminadas al ahorro de energía en el hogar. Uno de los obstáculos más importantes para los consumidores reside en la creencia de que los productos ecológicos son más caros y en que no tienen en cuenta los costes de funcionamiento en el momento de la compra. Por otro lado, en lo referente a la adquisición de tecnologías «energéticamente sostenibles» nuevas, como paneles fotovoltaicos o coches híbridos, los consumidores precisan un gran conocimiento y una comprensión sólida de los productos antes de invertir en conceptos nuevos. El proyecto, que terminó a mediados de 2010, ha permitido conocer mejor el punto de vista de los consumidores con respecto al consumo de energía y qué papel desempeña en la vida de las personas. Los resultados aportan información valiosa sobre formas en las que aumentar la sostenibilidad de la sociedad.