Construir pequeños biosensores con láser
La tecnología de los biosensores ha experimentado grandes avances en los últimos veinte años. Sin embargo, estos sensores todavía presentan un gran potencial para el futuro, sobre todo en las áreas del control ambiental, el procesamiento industrial y de los alimentos y la sanidad. El proyecto Biolift, financiado por la UE, ha empleado una nueva técnica para el desarrollo de biosensores que no requieran el empleo de marcaje biológico. Los integrantes del proyecto han utilizado con éxito la técnica de la transferencia de material inducida por láser (LIFT, del inglés «Laser-induced forward transfer») para depositar biomoléculas en la superficie del sensor. El empleo de la técnica LIFT ha hecho posible reducir el tamaño de las muestras considerablemente, al emplear transductores capacitivos que permiten una alta sensibilidad operando a baja energía. Los investigadores comenzaron por identificar el sistema de láser apropiado, para después optimizar la intensidad del pulso de láser. Los científicos eligieron entonces el soporte más adecuado para depositar el material y optimizaron la distancia entre el soporte y el sustrato. El objetivo era poder emplear el sensor para el análisis de miles de tipos de muestras, incluyendo proteínas, diferentes cadenas de ácidos ribonucleicos (ARN) y patógenos. El consorcio Biolift ha diseñado con éxito un sensor que es a la vez robusto y muy eficiente, y que permite realizar los análisis rápidamente. Los resultados del proyecto permitirán a los investigadores europeos permanecer a la vanguardia de la tecnología de biosensores.