Interacciones celulares esclarecen enigmas del sistema inmunitario
Muchos son los científicos que han ambicionado reforzar el sistema inmunitario del ser humano. Este sistema protege a las personas, y a los mamíferos en general, frente a la mayoría de las infecciones conocidas. Ahora un grupo de científicos europeos trabaja para desentrañar el mecanismo por el que la interacción o comunicación cruzada (cross-talk) entre distintas células del sistema inmunitario innato fortalece la inmunidad durante los primeros compases de una reacción inmune. El proyecto comunitario Innate_crosstalk («Comunicación cruzada del sistema inmune innato en la inmunorregulación») ha investigado las interacciones entre las células «asesinas naturales» (NK) y los neutrófilos. Las NK son un tipo de leucocitos que combaten las infecciones víricas y los tumores, mientras que los neutrófilos son la clase más común de leucocitos y los primeros en acudir al lugar de una infección. Observando la interacción entre ambos se pueden entender mejor las respuestas inmunes adaptativas y la manera en que el organismo responde ante una inflamación. Se sabe que las NK aniquilan clases concretas de células en determinadas circunstancias, pero conviene averiguar si además son tóxicas para los neutrófilos, aunque ambos sean glóbulos blancos y componentes del sistema inmune. Tras extensos análisis en el laboratorio, se constató que las NK efectivamente son perjudiciales para los neutrófilos, aunque sólo en cierta medida. Las células NK humanas observadas in vitro mataron a algunos neutrófilos, concretamente a los que contaban con una programación innata de muerte celular o apoptosis. Los investigadores concluyeron, además, que las NK podrían acelerar la muerte de los neutrófilos por medio de interacciones directas entre células. Esto se investigó también in vivo en la piel humana, no sólo en el laboratorio. Es casi seguro que futuras investigaciones al margen de este estudio esclarecerán las consecuencias de las interacciones entre NK y neutrófilos y también su efecto mitigador de las inflamaciones. Ulteriores estudios de laboratorio mediante una colaboración más estrecha a escala europea sin duda aclararán también el efecto de estas interacciones en el sistema inmunitario. Los resultados a medio y largo plazo ciertamente incorporarán una nueva pieza al rompecabezas de la respuesta inmunitaria adaptativa y podrían conducir al diseño de tratamientos más eficaces y de fármacos más certeros contra infecciones y que refuercen el sistema inmunitario.