Grandes logros de proyectos - Un transporte fluido en Europa central y oriental
La armonización de los STI en la Unión Europea podría reducir en 5 000 el número de personas que fallecen cada año en las carreteras comunitarias. Los STI sirven para gestionar el tráfico reduciendo la congestión, facilitando información a los viajeros y prestando otros servicios de utilidad para los desplazamientos. De este modo, contribuyen a despejar las autovías y autopistas, una función de especial importancia habida cuenta de que la red vial soporta el 80 % de los transportes en Europa, una cifra que no hará sino aumentar, según las previsiones. Actualmente sólo las congestiones cuestan casi el 1 % del producto interior bruto (PIB) de Europa. Connect es un proyecto financiado con fondos comunitarios que ha realizado una investigación exhaustiva y que está poniendo en práctica programas de interoperabilidad entre los sistemas de STI existentes en los ocho países abarcados. Esta labor favorece la coordinación en la gestión y el control del tráfico y también permite prestar a los viajeros servicios informativos de gran calidad en algunas de las carreteras más importantes que unen el Este y el Oeste del continente. Los países incluidos en el proyecto son República Checa, Alemania, Italia, Hungría, Austria, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia. Connect finalizó en 2009, cuando se integró en un proyecto más amplio denominado Easyway («Conectar Europa en armonía»). El objetivo general de Easyway es mejorar el flujo del tráfico, la seguridad y el medio ambiente en los 22 países participantes para el año 2020. Easyway está dividido en varias áreas, cada una dedicada a una región distinta de la UE. Connect ya no existe como proyecto independiente, pero dentro de Easyway prosigue su labor de investigación centrada en los países de Europa central y oriental. «El intercambio de información sobre las tecnologías existentes es un aspecto clave de cara a prestar servicios armonizados al viajero europeo. De este modo se asegura la implantación de avances de vanguardia empleando la tecnología más novedosa. Como ocurre en el ámbito de Internet, donde se toma la banda ancha como tecnología de partida, saltándose otras tecnologías más antiguas, se pueden instalar desde un principio los conceptos más modernos», explicó Martin Böhm, de la secretaría del proyecto Connect. El problema En Europa existen numerosos servicios de STI diseñados para cumplir tareas concretas, entre ellos la difusión instantánea de información sobre la ruta y el tráfico a los conductores mediante la infraestructura vial (por ejemplo señales informativas variables) o bien en formato digital (por ejemplo a través de dispositivos de navegación) o de sonido (emisión de radio). Dicha información puede servir para desviar a los conductores a vías alternativas, alertarles de accidentes e incidencias (por ejemplo, avisos de vehículos circulando en dirección contraria) y avisarles de condiciones meteorológicas adversas (por ejemplo, firme deslizante por la presencia de hielo). No obstante, estos servicios suelen circunscribirse a regiones o países concretos. Es decir, el proveedor de un servicio en una zona no suele facilitar información de tráfico sobre la zona vecina, a pesar de que millones de personas se desplazan a diario a países vecinos o los atraviesan en sus rutas. Un ejemplo ilustrativo son las autopistas que comunican Eslovenia e Italia, sometidas a una fuerte congestión debida en parte a la falta de sincronización entre los servicios de información de tráfico. Así, quien viene desde Eslovenia puede no estar al tanto de obras de gran envergadura en la zona de Trieste. En las carreteras de las inmediaciones de esta ciudad el tráfico es muy denso, tanto que a horas punta es muy lento o incluso se producen embotellamientos. Los socios de Connect de los dos países afectados vienen trabajando con denuedo para remediar esta situación. Concretamente han coordinado un intercambio exhaustivo de información de tráfico que permite a los viajeros evaluar las distintas rutas posibles. Las consecuencias de no actuar ante estas circunstancias son evidentes: mayor duración de los trayectos, más consumo de combustible y más accidentes de tráfico. Tales cuestiones relacionadas con el tráfico transfronterizo dificultan sobremanera el logro de una movilidad sostenible, además de poner en peligro a los conductores. De ahí que sea acuciante lograr la interoperabilidad de los STI y asegurar su funcionamiento dondequiera que se encuentre el usuario. Gracias a una estrecha cooperación con otros proyectos eurorregionales, Connect consiguió mejorar la seguridad vial en estos países. Asimismo, puso en marcha servicios de información y gestión del tráfico, instaló sistemas avanzados de seguimiento del tráfico y la meteorología y fomentó el uso de nuevas tecnologías y aplicaciones TIC y STI. Todo ello requiere desarrollar conceptos y directrices que orienten las decisiones y sirvan como base para la implantación de sistemas armonizados. En Austria esta labor se tradujo en la creación del «Sistema Austriaco de Información Vial sobre Meteorología». En la República Checa, se puso en marcha el servicio paneuropeo de llamada de emergencia desde el vehículo (eCall). Además, en Alemania se estableció un sistema para la vigilancia visual de accidentes y de las condiciones del tráfico en todo el país. La solución Para armonizar los servicios de STI en tantos países, primero Connect tuvo que establecer cuatro ámbitos de acción: información para viajeros; control y gestión del tráfico; transporte de mercancías y logística; e infraestructuras TIC eficientes. Todos los países contaban con servicios de STI, pero éstos presentaban distintos grados de desarrollo y estaban implantados de distinta manera. Por ejemplo, mientras que en muchos desplazamientos se cruzan fronteras nacionales, los servicios informativos de cada país son limitados, puesto que sólo facilitan información sobre trayectos de corta o media distancia. Un conductor proveniente de Alemania que entre en la República Checa tiene que saber las condiciones del tráfico y de la carretera en tiempo real y en un idioma comprensible para él. Por tanto, cada ámbito requería una coordinación internacional y regional que permitiera a los socios establecer las diferencias y similitudes entre los distintos servicios en marcha. Entonces se creó un comité de gestión con la función de supervisar el aspecto operativo del proyecto. Sus componentes colaboraron con grupos de expertos que ayudaron a desarrollar mejores prácticas y conocimientos técnicos entre todos los socios. También se estableció un dominio de estudio a nivel europeo con el fin de comunicar los progresos y las dificultades encontradas. Hitos Austria, por ejemplo, ha perfeccionado sistemas de información del tráfico creados en el marco de proyectos anteriores. El principal medio de transmisión de dicha información es la radio, pero los socios austriacos propusieron conceptos completamente nuevos para la articulación de servicios móviles de información y avisos sobre tráfico. Así, se crearon interfaces visuales en medios de difusión muy conocidos y que gozan de una gran aceptación. De esta manera, en lugar de escuchar únicamente un aviso oral por radio, los conductores también podrían leer la información. Para ello pueden instalarse pantallas informativas en centros comerciales y otros lugares multitudinarios. «Lo innovador de Connect estriba en la coordinación de las actividades de despliegue entre los distintos países. Esto asegura la expansión de los servicios transfronterizos. Un ejemplo, válido no sólo para Connect sino también para otros proyectos regionales europeos es la expansión del RDS-TMC (Sistema de Radiodifusión de Datos - Canal de Mensajes de Tráfico). Se armonizaron las tablas del TMC y la codificación de los mensajes de tráfico, de forma que un mismo viajero podrá recibir información de tráfico en tiempo real en Austria, Eslovenia o Alemania si cuenta con un dispositivo de navegación con capacidad TMC. En todos los países se usa la misma tecnología y metodología, lo que garantiza la interoperabilidad y la prestación de servicios transfronterizos», añadió el Sr. Böhm. Hasta hace poco la República Checa no tenía previsto poner en marcha ningún servicio público especial de información para trayectos de largo recorrido. No obstante, cerca del 20 % de los desplazamientos en coche en este país superan los 100 km. En la actualidad sus responsables trabajan en una prueba piloto para comprobar la viabilidad de poner en marcha un servicio público de información mediante una aplicación en Internet y una base de datos para los desplazamientos transfronterizos a escala nacional e internacional. El sistema se basa en información en tiempo real recogida mediante un sistema de peajes y el sistema unificado de servicios de información de tráfico. Los usuarios podrían acceder a esta información por Internet y desde terminales instalados en pasos fronterizos, estaciones de servicios o intercambiadores de transporte público. Además, los socios checos se proponen crear y lanzar una plataforma basada en sistemas de información geográfica (SIG) con acceso a meta-información sobre las distintas opciones de transporte público y por carretera a nivel nacional y local. De este modo se podría realizar una planificación de trayectos largos de puerta a puerta. Por buen camino La disponibilidad de información instantánea sobre el tráfico sin fronteras nacionales permitirá planear mejor los trayectos y disminuir los retrasos causados por el tráfico intenso. Cualquiera que haya conducido estará a favor de los esfuerzos por reducir las retenciones y las aglomeraciones de vehículos. Sin duda nadie echará de menos el ruido, los motores al ralentí y las emisiones de CO2 que todo ello conlleva. Según la Comisión Europea, los STI tienen la capacidad de reducir sustancialmente las emisiones de CO2 procedentes del sector del transporte por carretera y también de evitar la pérdida del 1 % del PIB europeo provocada por la congestión vial. Es cierto que esta cifra se refiere al total de la UE-27, pero de forma colectiva con los demás proyectos incluidos en Easyway, Connect está logrando avances para que la UE cuente con un sistema de autovías mejor, más seguro y menos dañino para el medio ambiente.