Biomarcadores para la industria petrolera en el Mar del Norte
El proyecto METROL investigó la presencia de metano, un importante gas de efecto invernadero, en sedimentos extraídos de márgenes oceánicas. Statoil ASA, un socio del proyecto que tiene sede en Trondheim (Noruega), analizó unas muestras acuáticas tomadas de masas situadas por encima de filtraciones de metano y de unos cráteres del lecho marino denominados pockmarks. Algunas muestras procedían del mismo lugar pero de profundidades distintas. También se recogieron muestras de sedimentos cerca de las filtraciones y en los pockmarks. Las zonas de muestreo fueron Tommeliten, Kvitebjørn y Holene, en el Mar del Norte. Los científicos examinaron la diversidad microbiana que había en las muestras acuáticas aplicando técnicas de clonación, secuenciación genética y amplificación de ADN. En dichas muestras se efectuaron mediciones con un citómetro de flujo para observar los tamaños de las partículas halladas, cuyo diámetro oscilaba entre 200 y 600 nanómetros. Las partículas se sometieron también a una serie de técnicas de tinción, que revelaron que la mayoría de microorganismos ya estaban muertos antes de llegar a tierra firme. Las muestras de agua se analizaron mediante electroforesis en gel con gradiente de desnaturalización (DGGE), que reveló que los microbios presentes variaban en función del lugar y la profundidad de muestreo. Las muestras de sedimentos se examinaron usando polimorfismos de longitud de fragmentos de restricción (RFLP), lo cual también puso de relieve diferencias entre los lugares de muestreo. Asimismo, se elaboraron mapas genómicos y se efectuaron análisis de secuencias para estudiar las muestras de sedimentos y examinar la distribución de bacterias y arqueas dentro de la comunidad microbiana encontrada. Los investigadores emplearon los resultados del análisis de ADN para elaborar un dendrograma filogenético que permitiera comprender las relaciones evolutivas y los posibles orígenes de los microorganismos. Los datos de ADN se cotejaron con bancos de genes para hallar posibles similitudes y se usaron como marcadores específicos en el análisis de muestras de otros lugares, incluidos los relacionados con la exploración petrolera. El trabajo realizado por el equipo de Statoil sacó a la luz secuencias genéticas desconocidas hasta entonces que delataron la presencia de especies nuevas de microorganismos. También se pusieron de relieve las diferencias existentes entre la población microbiana de distintos lugares y distintas muestras de agua y sedimentos. Los hallazgos de METROL pueden facilitar la búsqueda de reservas petrolíferas y amplían los conocimientos sobre los microorganismos asociados al crudo.
