Anomalías en la cría de larvas de fletán atlántico
El problema de las anomalías no se limita al fletán atlántico, una especie que se usa como modelo para entender aspectos clave de la metamorfosis en peces planos marinos de interés para la acuicultura. El consorcio AARDE empleó larvas normales y anormales con el fin de identificar marcadores apropiados para caracterizar la progresión adecuada de la metamorfosis. Los investigadores analizaron el desarrollo larvario estudiando desde la quinta hasta la octava etapa, las cuales se correlacionaron después con la edad, el tamaño y la altura del miotomo. Se descubrió que existía una correlación lineal entre la etapa del crecimiento y dos variables: la altura del miotomo y el largo estándar. El estudio de estos marcadores durante la metamorfosis, especialmente de la altura del miotomo, facilitó la normalización del muestreo y del análisis. El desarrollo del fletán juvenil parecía quedar determinado hacia la octava etapa. Las metamorfosis anómalas, detenidas o retardadas se identificaron por la posición incorrecta de la aleta anterior, la migración incompleta del ojo, malformaciones en la cabeza y una pigmentación anormal. Para determinar los acontecimientos que suceden durante la migración del ojo, se analizaron peces normales y anómalos, ordenados según la etapa del desarrollo en la que se encontraban. Se examinaron minuciosamente secciones de la cabeza de cada individuo con el fin de identificar rasgos morfológicos distintivos. Se estudió la actividad osteoclástica en larvas normales y anómalas. Los osteoclastos se identificaron empleando el método de la fosfatasa ácida tartrato-resistente (FATR). Para ello se tiñeron secciones de muestras y se midió la actividad de la FATR mediante técnicas de estereología, que permitieron la obtención de información tridimensional a partir de imágenes en dos dimensiones. La actividad celular en el neurocráneo se determinó por inmunocitoquímica, usando un anticuerpo frente al antígeno nuclear de células en proliferación (anti-PCNA). El anti-PCNA se empleó sobre secciones de muestra próximas a aquéllas utilizadas para el análisis de la actividad osteoclástica. Los resultados indicaron que esta actividad se controlaba mediante una comunicación intertisular generada a partir del ojo.