Recomendaciones para cultivos agroenergéticos
La Comisión Europea se ha marcado el objetivo de aumentar la importancia de los biocombustibles entre sus recursos energéticos, pero no en detrimento del medio ambiente, los precios de los alimentos u otros aspectos. El Programa de Energía, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible brindó apoyo a una investigación cuyo propósito era identificar los cultivos agroenergéticos más viables desde este punto de vista. En el proyecto, denominado BIO-ENERGY CHAINS, participó el Institut fuer Umweltstudien - Weibel & Ness GmbH (IUS, Alemania). Entre otras tareas, llevaron a cabo una evaluación del impacto ambiental (EIA) que abarcó la totalidad del ciclo de vida de cada tipo de biocombustible. Observaron que un aspecto casi tan importante como el propio cultivo era su gestión, lo que incluye la aplicación de sustancias químicas, la maquinaria utilizada y la programación de la cosecha. Los científicos del IUS redactaron una serie de sugerencias a partir del análisis realizado a los distintos cultivos. Por ejemplo, recomiendan que no se sacrifiquen bosques, humedales y otros ecosistemas valiosos para cultivos agroenergéticos, sino que se empleen tierras de pasto o terrenos agrícolas no explotados. Por otra parte, la combinación de varios tipos de cultivo agroenergético contribuiría a promover la biodiversidad, a la vez que enriquecería el medio natural, cosa que redundaría en beneficio de la fauna local. En efecto, una planificación cuidadosa de las plantaciones puede incrementar el valor medioambiental, por ejemplo si con ello se consigue controlar la erosión o reciclar aguas residuales. Asimismo, la realización de plantaciones dirigidas puede servir para establecer pasillos entre hábitats naturales o interrumpir monocultivos. En definitiva, los científicos del IUS concluyeron que la elección del cultivo y su ubicación son cuestiones que deben integrarse en una estrategia global que atienda a la agricultura sostenible, la gestión forestal y el desarrollo regional.