Despejar el camino de la terapia anticáncer
El desarrollo del cáncer es una maraña de procesos bioquímicos. Como resultado de la cascada de efectos químicos, otras células pueden caer bajo el control de las tumorales. En consecuencia se deduce que en el desarrollo de estas vías participan multitud de genes y enzimas. Algunas de ellas se pueden atacar, con lo que se lograría detener su progresión y proporcionar de este modo una terapia efectiva contra el cáncer. Se ha demostrado que las metaloproteinasas matriciales (MMP) desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de la malignidad de un cáncer. Estudios anteriores han conducido a su desarrollo como agentes de terapia antitumoral. Por desgracia, al realizar pruebas clínicas se han documentado efectos secundarios desagradables. Por ello, el proyecto europeo PROFILING MMP INHIBITI se propuso definir el papel desempeñado por las metaloproteinasas en lo referente a las vías para poder averiguar y predecir sus efectos. Según su estructura, los miembros del grupo de las metaloproteinasas pueden desempeñar funciones completamente opuestas. En un primer paso, los socios del proyecto de la Universidad de Lieja (Bélgica) discernieron las metaloproteinasas con efecto inhibidor de las cancerígenas, con lo que se pudo excluir a las primeras como dianas moleculares. Un candidato con posibilidades fue el MMP14, que actúa como factor angiogénico y estimula el desarrollo de nuevos suministros sanguíneos para las células tumorales. Esta proteinasa actúa en conjunción con otras dos que tienen una elevada expresión debido a las células cancerosas y recopilan neutrófilos y miofibroblastos en el desarrollo del cáncer. Resulta irónico que estas células sean benignas en lo referente a la inmunología y la curación de heridas respectivamente. Un valioso resultado de esta investigación consiste en que los datos apoyan una hipótesis previa relativa a la interacción celular. El equipo observó que los factores de crecimiento pueden activar MMP en células estromales (células del tejido conjuntivo) y, lo que es peor, la inducción simultánea de la producción de MMP por parte de las células tumorales. La información generada por esta investigación se ha difundido ampliamente a través de publicaciones científicas. Este estudio ha esclarecido la forma en la que puede distorsionarse la función de una célula dependiendo del entorno bioquímico en el que se encuentre. También se han identificado moléculas clave en la transformación de un tejido normal en tumor agresivo. No cabe duda de que el siguiente paso es el diseño de agentes anticancerígenos mejorados.