Optimización del método de pulverización
Los materiales compuestos tienen una gran importancia en la aplicación de revestimientos. La pulverización térmica sirve para reforzar materiales e incrementar su capacidad de resistir al calor. Este proceso consiste en inyectar polvos a velocidades y temperaturas elevadas a un chorro de llama que los impulsa por una corriente de gas hasta un sustrato. Las partículas se depositan, adhieren y solidifican sobre la superficie del material, confiriéndole ciertas características deseadas. El proceso se asienta sobre una comprensión teórica de las propiedades específicas del polvo y de ciertos principios físico-químicos. Aunque la teoría es importante, el proyecto NANOSPRAYING, financiado con fondos comunitarios, investigó medios para corroborarla mediante experimentos exhaustivos y minuciosamente controlados. Esto se hizo con el fin de desarrollar y caracterizar la pulverización térmica de polvos creados a partir de nanocristales aglomerados. Para hacerlo, los revestimientos se sometieron a pruebas de microscopía de barrido electrónico (SEM) y difracción de rayos X (DRX). Éstas permitieron la caracterización de las propiedades microestructurales, lo que propició el descubrimiento de importantes principios metalúrgicos que se pueden utilizar en la pulverización térmica. La información acumulada en esta investigación puede dar frutos en el futuro, sobre todo si se combina con investigaciones afines de otros proyectos. Además, se espera que a este estudio le sigan considerables descubrimientos, al haber confirmado que las nanoestructuras conseguidas mediante la pulverización térmica tienen mejores rendimientos que los revestimientos convencionales. Puesto que existen tantas industrias que utilizan compuestos, sobre todo para mejorar la calidad de las superficies, este proceso, junto con el entendimiento de los rendimientos de los polvos, tendrá a buen seguro un impacto enorme.