El aumento del potencial de fabricación de nanocompuestos en Europa
En el sector de la construcción, los materiales nanocompuestos se emplean para fabricar superficies resistentes a condiciones meteorológicas, materiales de recubrimiento anticorrosivos y paneles fáciles de limpiar para fachadas. Su naturaleza porosa también los convierte en una opción ideal para lograr un aislamiento ligero. Sin embargo, a pesar de que se trata de un sector en expansión y de la creciente demanda de este tipo de soluciones flexibles y ecológicas, la comercialización de materiales de construcción nanocompuestos no es nada sencilla. José Luis Valverde, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y coordinador del proyecto, explica: «La mayoría de las empresas de fabricación implicadas son pymes, lo que significa que la producción de nanocompuestos en cantidades útiles para el sector de la construcción es un problema real. La dificultad no reside en el aspecto científico ni en encontrar el mercado adecuado. El verdadero desafío consiste en pasar del laboratorio a una línea de fabricación precomercial o piloto. Es ahí donde empiezan los auténticos obstáculos y hay muy pocos especialistas disponibles para este tipo de ampliaciones». Soluciones para los obstáculos A fin de superar estos impedimentos, se creó el proyecto NANOLEAP (Nanocomposite for building constructions and civil infrastructures: European network pilot production line to promote industrial application cases). En primer lugar, se creó una red coordinada de líneas de producción piloto para nanocompuestos entre los socios del proyecto con experiencia en la ampliación de este tipo de líneas, a fin de colaborar con las pymes en la comercialización de sus productos. A continuación, se hizo un anuncio de licitación para atraer a pymes interesadas en desarrollar o probar sus tecnologías a través de la red. Valverde explica: «La idea fundamental del proyecto era sencilla. Las pymes suelen necesitar una gran ayuda financiera para comercializar sus ideas, así que, en lugar de eso, ofrecimos servicios de ampliación gratuitos. Estos servicios también incluían planes comerciales y análisis de mercado». El enfoque en las innovaciones a una escala cercana a la industrial permitió al equipo del proyecto ayudar a las pymes a poner en práctica los resultados de su investigación y a desarrollar aún más sus productos y procesos. Una de las innovaciones de las pymes europeas es el desarrollo de materiales de recubrimiento nanocompuestos resistentes a condiciones meteorológicas que se emplean en la protección de estructuras expuestas a entornos agresivos, como las turbinas eólicas o las infraestructuras en alta mar o marinas. Otro campo con un gran potencial es el de los sistemas de fachadas compuestos basados en nanocompuestos poliméricos. Estos materiales son mucho más ligeros que el hormigón o el vidrio y pueden integrar funciones como la autolimpieza, la protección contra la radiación ultravioleta y un gran nivel de aislamiento térmico. Soluciones sencillas, resultados importantes Valverde opina que el proyecto ha sido una experiencia sumamente positiva para todos los que han participado. Comenta lo siguiente: «Por ejemplo, una de las pymes fabricantes de nanocompuestos con la que colaboramos era una empresa irlandesa que quería desarrollar paneles solares de nanocompuestos que pudiesen producirse e instalarse a gran escala. Su objetivo era lograr esto con un coste un 50 % menor que el de los colectores solares metálicos actuales, y con unas características de peso y diseño estético que permitiesen mejorar ampliamente la captación de energía solar. Colaboramos con otras pymes para el desarrollo de biosensores que detectaran biomarcadores en fluidos biológicos, o para la fabricación de materiales de recubrimiento que pudieran aplicarse en láminas de acero o en otras zonas metálicas de máquinas. Tenían problemas para comercializar estos productos. Pero, valiéndonos de nuestra experiencia, pudimos ayudarles a mejorar y optimizar sus procesos de producción». Según Valverde, la idea que resume el valor del proyecto NANOLEAP es ofrecer a pymes soluciones sencillas para superar obstáculos de producción importantes. Un simple retoque en el proceso de fabricación de una empresa puede permitirles comercializar más productos y hacerlo de manera más rápida. También se han tratado otros impedimentos para la fabricación. Por ejemplo, para determinados tipos de materiales de recubrimiento nanocompuestos y de altas prestaciones empleados en la protección contra la corrosión. «El coste de la corrosión metálica en Europa es de 200 000 millones de euros al año», indica Valverde. «La reducción de los costes de mantenimiento en infraestructuras civiles supondría un ahorro enorme». El éxito del proyecto NANOLEAP, que finalizó a mediados de 2018, ha impulsado a la organización a realizar un nuevo llamamiento a fabricantes de nanocompuestos que quieran aprovechar la experiencia de otros en el campo de la ampliación de procesos productivos. «Nosotros lo denominamos un «llamamiento general con tarifa plana", a precios muy reducidos para pymes» añade Valverde. «Nuestra idea es lanzar la convocatoria antes de que finalice este año. Contamos con la mayoría de socios del proyecto y nuestro objetivo es conseguir resultados sostenibles».
Palabras clave
NANOLEAP, nanocompuestos, construcción, aislamiento, térmico, corrosión, fachada, infraestructura, edificio
