Efecto de los niveles altos de CO2 en los estomas de los chopos
Las plantaciones de árboles tienen una gran capacidad para disminuir los niveles de CO2 y pueden contribuir a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono en Europa. Se llevaron a cabo estudios multidisciplinarios para analizar el papel de las plantaciones de chopos en la captura de CO2 y apoyar el compromiso de Europa con el Protocolo de Kyoto. El trabajo llevado a cabo en el marco del proyecto EUROFACE consistió en cuantificar el factor de absorción de altos niveles de dióxido de carbono atmosférico en las condiciones climáticas actuales y futuras. Los resultados proporcionaron datos a los responsables de las políticas medioambientales referentes a la exposición a largo plazo de los árboles a niveles elevados de CO2 y sus efectos sobre la fijación del carbono por parte de la vegetación leñosa. El estudio de los estomas fue decisivo para el proyecto. Su importancia radica en que estos poros diminutos del envés de las hojas son los encargados de regular el intercambio de gases y vapor de agua con la atmósfera. Se han llevado a cabo estudios en el pasado para medir la respuesta de los estomas ante incrementos en los niveles de dióxido de carbono. Sin embargo, el proyecto EUROFACE fue el primero en realizar estudios a largo plazo, de varios años, acerca de los efectos de los niveles elevados de CO2 en los estomas. La importancia de averiguar la respuesta de los estomas residía en que ésta puede afectar a los niveles de fotosíntesis, transpiración y uso eficiente del agua de las hojas. Los resultados indicaron que los niveles elevados de CO2 causaban una reducción de los estomas de los árboles jóvenes, mientras que en el caso de los árboles viejos, tras una exposición prolongada, no se observó una reducción significativa. A pesar de que no se conocen en profundidad los mecanismos que controlan la respuesta de los estomas al CO2, está claro que tal sensibilidad no está provocada por los tejidos internos de las hojas. Parece que estos mecanismos están controlados por las células oclusivas que rodean los estomas y regulan su apertura, o por la cutícula, es decir, la capa cerosa que recubre las hojas.