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BIM and GIS Integration for Archaeology: a new method for documenting field archaeology

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La arqueología se digitaliza

Al combinar el modelado de información para la edificación con los sistemas de información geográfica, los investigadores desarrollan nuevas herramientas que pretenden llevar el trabajo de campo arqueológico a la era digital.

Como muchos otros sectores, la arqueología se está digitalizando, lo que significa que es más probable ver a un arqueólogo con un ordenador que con un sombrero de fieltro. Pero este cambio no significa que los arqueólogos estén ahora confinados a un escritorio. De hecho, el trabajo de campo sigue siendo una parte fundamental del oficio. El reto consiste en integrar las nuevas tecnologías en el trabajo de campo tradicional, y ahí es donde entra en juego el proyecto financiado con fondos europeos BiGAr. El equipo del proyecto, que contó con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, se centró en mejorar los métodos de investigación arqueológica. Para ello, combinó el modelado de información para la edificación (BIM, por sus siglas en inglés) con los sistemas de información geográfica (SIG) para crear un programa informático de representación integrado capaz de documentar la naturaleza 4D de las pruebas arqueológicas. «Este método puede ser más rápido y completo que los métodos actuales, permite un mayor grado de colaboración a través de internet y brinda nuevas oportunidades para gestionar nuestro paisaje cultural», afirma Marco Cavalazzi, investigador de la Universidad de Bolonia y coordinador del proyecto BiGAr.

La sinergia entre el BIM y el SIG beneficia a la arqueología

Mientras que en el BIM se utilizan modelos y datos en 3D para crear modelos digitales de diversos activos, el SIG es un sistema informático de almacenamiento, análisis y visualización de datos sobre la superficie terrestre. Aunque ambos tienen potencial para beneficiar a la arqueología, el BIM solo se ha aplicado al análisis arquitectónico y nunca se ha integrado con el SIG. Según Cavalazzi, se trata de una oportunidad no aprovechada. «Queríamos crear un entorno geoespacial innovador desarrollando un nuevo flujo de trabajo digital que integrara el SIG y el BIM para gestionar la ingente cantidad de datos arqueológicos que se recopilan en trabajos de campo como excavaciones y prospecciones», explica. Desafortunadamente, es más fácil decirlo que hacerlo. «Las herramientas tecnológicas que funcionan bien en teoría suelen tener problemas con la complejidad de las pruebas arqueológicas del mundo real», añade Cavalazzi.

Ampliar el impacto de los métodos digitales de la arqueología

Gracias a la colaboración con expertos de los sectores de la arqueología y la ingeniería y a la realización de pruebas adicionales, el equipo del proyecto logró desarrollar varias herramientas digitales nuevas e innovadoras. En una de esas herramientas se combinaron el BIM y el GIS para permitir una innovadora y eficaz visualización de datos en 4D dentro del espacio geográfico. Al permitir a los usuarios interactuar con los datos, esta herramienta amplía el impacto de los métodos digitales de la arqueología. En el proyecto también se introdujo una nueva forma de documentar la arqueología en 3D. «Este método va más allá de la simple representación de superficies arqueológicas para llegar a su verdadera representación volumétrica, incluida la caracterización del volumen y su evolución a lo largo del tiempo, lo que supone una transformación radical del método actual», señala Cavalazzi.

Preservar el patrimonio cultural con la arqueología digital

Cada una de las herramientas de BiGAr ha sido totalmente probada sobre el terreno, incluso durante la excavación del castillo de Zagonara, cerca de Rávena, en Italia. En esta investigación, que incluyó un estudio de artefactos y la excavación extensiva del castillo, se documentaron más de setenta yacimientos arqueológicos. Se utilizaron las herramientas de BiGAr para gestionar la variedad de datos procedentes de esta investigación. «Con este trabajo se demuestran los beneficios de adoptar un método transformador de la arqueología digital, cómo las herramientas de código abierto y los flujos de trabajo que modernizan la documentación arqueológica pueden ayudarnos a preservar mejor nuestro patrimonio cultural», concluye. Actualmente, Cavalazzi y su equipo trabajan para perfeccionar y simplificar el flujo de trabajo digital, lo que permitiría una aplicación más amplia de las herramientas del proyecto.

Palabras clave

BiGAr, arqueología, modelado de información para la edificación, BIM, sistemas de información geográfica, SIG, arqueólogo, «software», arqueología digital, patrimonio cultural

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