Explorar las fuentes de alimento en la zona crepuscular del océano
La zona mesopelágica, a menudo denominada zona crepuscular, se sitúa entre los doscientos y los mil metros por debajo del nivel del mar. Alberga una diversidad notable de pequeños peces y otros organismos, que migran a la superficie transportando nutrientes y carbono. A pesar de su papel fundamental en el ecosistema oceánico, la zona mesopelágica ha permanecido en gran medida inexplorada.
Conocer los organismos mesopelágicos
El equipo del proyecto MEESO, financiado con fondos europeos, realiza un esfuerzo pionero para explorar el potencial enorme de la zona mesopelágica. El consorcio investigó la biomasa y distribución de las especies mesopelágicas en el Océano Atlántico Norte, tratando de abordar el potencial de desarrollo de la pesca sostenible. «Nuestro objetivo era ver si podemos encontrar alimentos en las profundidades oceánicas para alimentar a la creciente población mundial, sin repetir los errores de sobrepesca, destrucción de los ecosistemas y pérdida de la biodiversidad que hemos cometido en aguas menos profundas», explica Webjørn Melle, coordinador del proyecto. Para afrontar la baja densidad de las especies mesopelágicas, los investigadores emplearon la acústica, la tecnología óptica y desarrollaron una nueva tecnología de arrastre que les permitió cartografiar la abundancia y los patrones de movimiento de estas especies. Los mapas generados destacaron las zonas con una biomasa mesopelágica significativa y ayudaron a explicar la dinámica espacial de las comunidades mesopelágicas. Y lo que es más importante, con la mayor precisión de la estimación de la biomasa se garantizó que la explotación no condujera a la sobrepesca ni a la alteración del equilibrio delicado del ecosistema oceánico.
Desarrollar nuevos métodos de captura
Las especies de peces mesopelágicos pueden satisfacer la creciente demanda de marisco como materias primas prometedoras para los complementos alimenticios y piensos para peces. Sin embargo, el consorcio MEESO tuvo que afrontar retos relacionados con la profundidad a la que viven las especies mesopelágicas, su tamaño y concentraciones pequeños. «Vivir de la captura de estas especies no va a ser fácil y requiere innovaciones tecnológicas para mejorar las capturas y la conservación o transformación a bordo», subraya Melle. Los investigadores desarrollaron y probaron redes de arrastre comerciales y métodos para transformar las capturas, tanto en el mar como en tierra. La investigación de la biomasa procesada ha permitido identificar los compuestos biológicamente activos, así como la calidad nutricional y la presencia de contaminantes. Además, el desarrollo de modelos matemáticos ayudó a los investigadores a predecir las posibles trayectorias de los recursos de la zona mesopelágica, teniendo en cuenta su dinámica interna y el cambio climático.
Explotación sostenible
Dado que la malnutrición es un problema mundial, los alimentos marinos tienen un gran potencial para contribuir a la seguridad alimentaria. Los análisis de mercado del equipo de MEESO que exploran los usos potenciales de las especies mesopelágicas han identificado oportunidades de mercado prometedoras en la producción de alimentos. Sin embargo, las decisiones políticas sobre la pesca mesopelágica no sólo deben considerar la viabilidad económica, sino también su impacto en el ecosistema en general y, en particular, el papel de la zona mesopelágica en el sistema climático mundial. Teniendo en cuenta que muchas especies mesopelágicas migran a la superficie del océano para alimentarse durante la noche, intervienen en las interacciones tróficas pelágicas y contribuyen a la eliminación de carbono de la superficie del océano. La colaboración con los responsables políticos, las partes interesadas del sector y las organizaciones ecologistas ayudará a desarrollar normativas y sistemas de control que garanticen una gestión responsable de la pesca mesopelágica. Además, el equipo del proyecto hermano de MEESO, SUMMER, investiga las repercusiones de la pesca a profundidades tan grandes. Colectivamente, se espera que el trabajo realizado en los dos proyectos conduzca al desarrollo de nuevos recursos marinos, y mantenga al mismo tiempo la resiliencia de nuestros océanos.
Palabras clave
MEESO, mesopelágico, océano, zona crepuscular, pesca, eliminación de carbono