Tejidos electroactivos para una ropa interactiva
Imagina que tu prenda pudiera enviarte un sentimiento. Este es el potencial de la ropa háptica, un tipo de textil inteligente que puede estimular el tacto. Este tipo de tecnología podría hacer que la realidad virtual pareciera aún más real, junto con toda una serie de otras aplicaciones: desde mejorar el entrenamiento atlético hasta ayudar a la navegación a las personas con discapacidad visual, pasando por los trajes antivibratorios para los enfermos de Parkinson. «Yo personalmente quiero una chaqueta con la que pueda enviar un abrazo a alguien», dice Angelika Mader, profesora asociada del grupo Human Media Interaction de la Universidad de Twente y coordinadora del proyecto WEAFING. «Es un ejemplo de toque social con el bienestar como objetivo y dominio», explica. En el proyecto WEAFING, financiado con fondos europeos, Mader y sus colegas desarrollaron nuevos hilos que pueden contraerse cuando se les aplica corriente, lo que acerca la ropa háptica un paso más a la realidad.
Tejidos electroactivos para una ropa interactiva
Los nuevos hilos «electroactivos» pueden utilizarse para fabricar tejidos de punto o de calada. «Ambas son técnicas de producción textil muy antiguas, pero a lo largo de la historia los hilos no hacían nada, eran simplemente pasivos», añade Mader. «Las creaciones textiles en las que el hilo es activo son un reto completamente nuevo». El diseño de los hilos hace que sólo sea necesario aplicar corrientes muy bajas, de 1-1,5 V, para estimular la contracción y la sensación en el usuario de los textiles. «Hay otras tecnologías que requieren un alto voltaje que preferimos no tener en los dispositivos ponibles», señala Mader.
Desarrollo de hilos y geles biocompatibles
Durante el proyecto, el equipo trabajó en la propia tecnología y en los tejidos. Antes del proyecto, el equipo ya disponía de un hilo que se contraía en una solución iónica (cargada). El equipo creó geles que pueden añadirse como recubrimiento a los hilos y que pueden aportar iones, para que los actuadores (componentes que se contraen al encenderse) no funcionen sólo en una solución, sino también en el aire. Los investigadores desarrollaron varios geles, el último de los cuales es inocuo para los seres vivos y también puede utilizarse en máquinas textiles para recubrir los hilos. Esto es fundamental si el hilo se va a fabricar a gran escala.
Comprender la percepción háptica
En el proyecto también se exploró la percepción háptica en los usuarios. «Hasta ahora no se había investigado cuánta presión necesitamos para sentir un toque y cuánta para experimentarlo como algo cómodo», señala Mader. «Mediante pruebas con usuarios, determinamos los umbrales de detección de la presión sobre el brazo y descubrimos que no sólo la fuerza es relevante, sino también el tamaño del área de contacto», añade, explicando que esto forma parte de un campo conocido como psicofísica. «Estos conocimientos son relevantes a la hora de diseñar las prendas». Al final, el equipo creó un demostrador: una manga de contacto social en la que se pueden enviar toques a otra persona, por ejemplo durante una videollamada. El equipo seguirá desarrollando la tecnología. El textil desarrollado hasta ahora genera fuerza, pero es necesario crear más para algunos usuarios. «Los resultados más recientes desde que comenzó WEAFING ya son mejores que los de nuestro demostrador», afirma Mader. «Espero que en unos dos años tengamos muestras que puedan proporcionar toda la presión que necesitamos para la háptica. A partir de ahí solo quedará el desarrollo del producto».
Palabras clave
WEAFING, háptica, textiles, tejidos electroactivos, ropa interactiva, biocompatible, percepción, tecnología