La ética en el centro de la sanidad digital
Las tecnologías digitales se emplean cada vez en la asistencia sanitaria, lo que mejora la forma en que se diagnostica a los pacientes y se prestan los servicios. Estas tecnologías incluyen aplicaciones para teléfonos inteligentes, dispositivos ponibles y plataformas de asistencia sanitaria a distancia. Los programas informáticos de inteligencia artificial (IA) también se pueden utilizar para hacer un seguimiento de los síntomas y analizar los datos de productos sanitarios. «La tecnología puede ayudar a las personas a tratar problemas de salud y se puede utilizar para distribuir información sanitaria», explica la coordinadora del proyecto REINITIALISE, Ilona Biernacka-Ligięza, de la Universidad Maria Curie-Skłodowska (Polonia). «Una situación que vimos durante la epidemia de COVID-19. Sin embargo, las personas de edad avanzada, que suelen ser las que más necesitan cuidados, pueden tener problemas a la hora de emplear los nuevos dispositivos, así como para acceder a los servicios sanitarios digitales».
Combinar consideraciones tecnológicas y éticas
En el proyecto REINITIALISE, financiado con fondos europeos, se trató de resolver estos problemas reuniendo a investigadores de Bélgica, Italia y Polonia. El equipo del proyecto estaba formado por expertos en tecnologías de la información y las comunicaciones e ingeniería, así como por investigadores dedicados al estudio de consideraciones éticas en campos como la IA y la sanidad. Un elemento clave del proyecto consistió en establecer a la Universidad Maria Curie-Skłodowska como entidad experta de renombre en tecnologías digitales y derechos fundamentales, algo que se logró mediante intercambios de personal con la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y la Universidad de Macerata (Italia). «En el proyecto analizamos primero la calidad de los dispositivos sanitarios existentes y su utilidad para las personas de edad avanzada —explica Biernacka-Ligięza—. El proyecto empezó durante la pandemia, por lo que gran parte de este trabajo fue teórico». Cuando las personas empezaron a viajar de nuevo, se organizaron intercambios de personal entre las instituciones asociadas. Se llevaron a cabo simposios científicos, actividades de preparación profesional interactiva y tutorías interdisciplinares.
Participación de las personas de edad avanzada
Otro elemento importante del proyecto fue la participación de pacientes geriátricos. «Esto era importante, ya que el proyecto no se limitaba a la investigación fundamental —añade Biernacka-Ligięza—. También se trataba de atender a las necesidades de las personas de edad avanzada». Se desarrollaron cuestionarios y talleres prácticos, a través de los cuales se recopilaron opiniones valiosas. Entre las principales preocupaciones de los pacientes geriátricos que utilizan dispositivos sanitarios digitales figuraban la facilidad de uso, así como la seguridad y la protección de datos. «Estos son solo algunas de las consideraciones éticas y tecnológicas que los diseñadores tendrán que tener en cuenta en el futuro», señala Biernacka-Ligięza.
Derechos fundamentales en el diseño de tecnología digital
Desde entonces, el equipo del proyecto ha publicado un plan de acción de investigación conjunta sobre cómo preservar los derechos fundamentales en el diseño y uso de tecnologías digitales en los servicios de sanidad electrónica. Este plan integrado pretende vincular la excelencia de la investigación y el diseño con las necesidades específicas de los usuarios finales. «El plan de acción también describe nuestros objetivos futuros de cooperación e identifica la IA en la asistencia sanitaria como un campo básico de investigación —explica Biernacka-Ligięza—. En esta investigación no solo se analizará el diseño de los dispositivos de IA, sino también las repercusiones, los riesgos y los peligros de aplicar la IA en el sistema sanitario». El equipo del proyecto también creó una plataforma de conocimiento, cuyo objetivo es garantizar la continuidad del proceso de aprendizaje colaborativo iniciado en el proyecto. La plataforma contiene una sección de tutoría y creación de redes, que permite a investigadores y personal implicado en el proyecto seguir colaborando. Además incluye una sección de formación con contenido de capacitación virtual y material recopilado durante las actividades formativas del proyecto. «Este proyecto tendrá una repercusión positiva en los pacientes geriátricos —comenta Biernacka-Ligięza—. La opinión de los usuarios finales es fundamental para diseñar futuras herramientas sanitarias y planificar políticas».
Palabras clave
REINITIALISE, ética, asistencia sanitaria, digital, personas de edad avanzada, IA, programa informático