Europa refuerza su capacidad de vigilancia de los océanos
Disponer de datos oceánicos precisos es fundamental para comprender el clima de la Tierra y hacer estimaciones sobre cómo cambiará en el futuro. Para ello, en el programa internacional Argo, puesto en marcha en 1999, se estableció una red de flotadores desplegados por todos los océanos del mundo. La red está formada por miles de instrumentos autónomos que pasan casi toda su vida bajo la superficie, a profundidades de hasta dos mil metros. Los datos sobre temperatura, salinidad y composición química del mar se transmiten a los satélites y, a continuación, a las estaciones receptoras en tierra. «Estos datos, de acceso libre y abierto, se entregan al instante a los usuarios operativos, como las oficinas meteorológicas, y a la investigación y seguimiento del cambio climático», explica la responsable del proyecto Euro-Argo RISE, Estérine Evrard, del Consorcio de Infraestructuras de Investigación Europeas (ERIC Euro-Argo (Francia).
Mayor cobertura y precisión
El ERIC Euro-Argo coordina la contribución europea al programa y es responsable del funcionamiento de aproximadamente una cuarta parte del conjunto mundial de flotadores Argo. En torno a 2019, se reconoció la necesidad de ampliar la cobertura oceánica a las regiones polares parcialmente cubiertas de hielo y a las aguas menos profundas, así como de instalar más sensores biogeoquímicos y actualizar los sistemas de gestión de datos. Estos eran algunos de los objetivos fundamentales del proyecto Euro-Argo RISE, que también pretendía adecuar la contribución europea a la visión a largo plazo del programa, denominada OneArgo. «Para vigilar el cambio climático necesitamos datos a largo plazo —afirma la coordinadora del proyecto, Sylvie Pouliquen, que también forma parte del ERIC Euro-Argo. Por eso, es esencial garantizar la sostenibilidad de la red Argo». Para lograr este objetivo, el equipo de Euro-Argo RISE probó nuevos sensores para evaluar su precisión y rendimiento, así como la capacidad de los flotadores para sobrevivir en zonas cubiertas de hielo. Se utilizó «software» de detección de hielo para garantizar que los instrumentos no intentaran salir a la superficie hasta que quedaran a la deriva en mar abierto. Asimismo, se ajustaron configuraciones de flotadores para aguas menos profundas y se probaron en lugares seleccionados de los mares Báltico, Mediterráneo y Negro. El resultado es que el proyecto Euro-Argo RISE ha ampliado la cobertura oceánica del programa, tanto en lo que respecta a los dispositivos desplegados como a la gama de parámetros controlados.
Datos para nutrir la política climática
En el proyecto también se ha facilitado el acceso a los datos de Argo. Se ha diseñado una nueva herramienta de selección de datos para ayudar a los usuarios a seleccionar, visualizar y descargar datos en distintos formatos a través de una interfaz de fácil manejo. «Estos datos los utiliza el Servicio Marino de Copernicus para analizar y prever el estado del océano —explica Evrard—. También puede ser utilizado por organizaciones intergubernamentales como el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo ». Los avances también beneficiarán a los investigadores y oceanógrafos interesados en comprender mejor los procesos a largo plazo que tienen lugar en nuestros océanos, como el funcionamiento de las interacciones entre el océano y la atmósfera o la evolución de la acidificación oceánica. «Esta información es fundamental para nutrir la política climática —señala Pouliquen—. En la actualidad, lo utilizan organismos como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ».
Sostenibilidad de la red de vigilancia oceánica
El proyecto ha supuesto un importante paso adelante para garantizar el éxito de esta infraestructura de investigación a largo plazo y ha contribuido a ampliar su alcance. Por ejemplo, una serie de talleres regionales condujo a la solicitud de Dinamarca como miembro candidato del ERIC Euro-Argo, que incluye veintiocho institutos (diecinueve de los cuales eran socios de Euro-Argo RISE) de doce países. «Las enormes cantidades de datos y conocimientos que se están creando solo pueden lograrse mediante la sostenibilidad de la red —añade Pouliquen—. En la actualidad, estamos trabajando con los ministerios nacionales para identificar cualquier laguna en la cobertura y los diferentes escenarios para mantener la contribución europea a OneArgo a largo plazo».
Palabras clave
Euro-Argo RISE, océano, meteorología, vigilancia, sensor, clima, satélites, Copernicus, mar, hielo