Una visión más completa de la explotación humana del medio marino
Para evaluar mejor la salud de un ecosistema marino, los científicos necesitan poder medir cómo han cambiado las cosas. ¿Hay menos peces o menos especies de peces que antes? ¿Ha disminuido el tamaño y, por tanto, la edad a la que se capturan los peces? «La dificultad reside en que las observaciones científicas a menudo solo se remontan a unas décadas atrás», explica el coordinador del proyecto SeaChanges, David Orton, de la Universidad de York, en el Reino Unido. «Esto pone en juego el concepto de líneas de base cambiantes. Si se trata de evaluar si un ecosistema concreto está agotado, se puede recurrir a datos científicos de hace veinte años. Pero si le pidieras a alguien de esa época que evaluara la situación, estaría comparándola con una línea de base más lejana, y así sucesivamente».
Estudios de casos sobre actividades marinas humanas
El proyecto SeaChanges surgió de la constatación de que las trayectorias a más largo plazo podían reflejar mejor el impacto de siglos de explotación marina en las poblaciones de peces. Para ello, los estudiantes de doctorado realizaron quince estudios de casos, con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie. Todos estos estudios de casos adoptaron perspectivas a largo plazo sobre las actividades marinas humanas, con escalas temporales que van desde décadas a milenios.
Perspectivas a largo plazo de los ecosistemas
Por ejemplo, un estudio de caso se centró en la pesca del bacalao en el mar del Norte. La pesca industrializada comenzó a finales del siglo XIX con los arrastreros de vapor, que aumentaron enormemente las cantidades de pescado que se podían extraer. Mediante el análisis del ADN mitocondrial, en el estudio se pudo demostrar que, si bien las poblaciones totales de bacalao pueden haberse reducido desde la industrialización, no se ha registrado una gran pérdida de subgrupos genéticamente diferentes, lo que podría ser una buena noticia para las iniciativas de restauración. Otro estudio se centró en las poblaciones de delfines de la península ibérica. A través de un examen de la documentación histórica —por ejemplo, sobre las matanzas organizadas—, el investigador pudo hacerse una idea más clara de la cantidad de biomasa de delfines extraída del ecosistema como consecuencia de la persecución. «Otro proyecto se centró en las poblaciones de meros y el tamaño de los peces en el Mediterráneo oriental desde la Edad de Bronce, en parte mediante la aplicación de técnicas de https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0956713523000804 (huellas dactilares de colágeno)», explica Orton. «Otros estudios analizaron la dinámica poblacional del arenque del Báltico desde la era vikinga, así como la evolución de la talla del atún rojo del Atlántico».
Un relato más amplio de las actividades humanas
En conjunto, estos estudios de casos independientes han construido un relato más amplio de la explotación marina humana. «Creo que cambiar la mentalidad del público en general es tan importante como la de los responsables políticos y los profesionales», añade Orton. «Hemos llamado la atención sobre el hecho de que, si bien ha habido una explotación prolongada de los mares, para muchas especies en muchas aguas, también ha habido un claro cambio de paso en términos de intensidad pesquera». El proyecto también ha contribuido a arrojar luz sobre la historia económica de Europa. Los recursos marinos han sido fundamentales para el desarrollo europeo y SeaChanges contribuyó a demostrarlo. Por ejemplo, un estudio demostró que los peces planos se capturaban en aguas marinas mucho antes de lo que se pensaba. De cara al futuro, a Orton le gustaría que se fomentara más el diálogo entre las distintas disciplinas académicas y los gestores pesqueros. «Los arqueólogos no siempre entienden lo que necesita el sector pesquero, mientras que los científicos pesqueros y los biólogos marinos a menudo no comprenden los retos a los que se enfrentan los arqueólogos», afirma. «Al formar a la gente para que entienda ambas partes, espero que en el futuro estemos en mejores condiciones a fin de abordar todas estas cuestiones».
Palabras clave
SeaChanges, marino, arqueológico, pesca, ecosistema, ADN, delfín, bacalao