Una investigación desvela pistas sobre las diferencias entre sexos y las capacidades espaciales de los anfibios
La mayoría de los estudios sobre diferencias entre sexos y habilidades de orientación se han realizado en laboratorios con pocas especies modelo de mamíferos. Sin embargo, para esclarecer cómo evolucionó la cognición espacial en los animales se requiere investigar diversos grupos de animales en su entorno natural. «Los anfibios muestran una gran diversidad en sus estrategias reproductivas y funciones parentales», señala Andrius Pašukonis, coordinador del proyecto FrogsInSpace, financiado con fondos europeos. Por ejemplo, en determinadas especies, los machos cuidan de las crías, mientras que las hembras se dedican a buscar pareja. Las diversas historias vitales entre especies de anfibios estrechamente emparentadas nos permiten contrastar hipótesis sobre cómo evolucionaron y se diferenciaron las habilidades de orientación entre distintos sexos y especies».
Los anfibios escasamente estudiados cuestionan los libros de texto
Con el apoyo de una beca individual de investigación de las Acciones Marie Skłodowska-Curie (MSCA), Pašukonis se centró en las ranas venenosas, un grupo de pequeñas ranas de la selva tropical con comportamientos parentales complejos y capacidades de orientación muy desarrolladas. El investigador notificó una compleja relación que asocia las diferencias entre sexos y los patrones de movimiento con el comportamiento parental de las ranas venenosas. En las especies en las que los machos desempeñan las funciones parentales, estos se desplazan más porque transportan y dispersan renacuajos. En las especies en las que las hembras cuidan de los renacuajos, las hembras tienen zonas de residencia más extensas y realizan movimientos más complejos que los machos. El beneficiario de la beca de investigación MSCA comparó a continuación las capacidades de orientación de machos y hembras trasladando ranas fuera de su territorio y siguiendo sus movimientos en el camino de vuelta a casa. «Los hallazgos de nuestro estudio parecen rechazar la hipótesis ampliamente aceptada de que las diferencias entre sexos en las estrategias reproductivas predicen las diferencias entre sexos en las capacidades espaciales. Descubrimos que los roles parentales de las ranas venenosas no predecían las diferencias entre sexos en las habilidades de orientación», explica Pašukonis. En general, el cuidado de las crías parece conformar el comportamiento y los movimientos de los padres, lo cual es esencial para entender cómo los animales se adaptan e interactúan con su entorno. «Al parecer, las hormonas sexuales también influyen en gran medida en el comportamiento espacial de los anfibios, como ocurre con los mamíferos —añade Pašukonis—. Una exploración y precisión mayores en la orientación pueden ser un efecto secundario del aumento de los niveles de testosterona».
Investigar los fundamentos moleculares del comportamiento espacial
Aunque los anfibios resultan fundamentales para comprender la evolución de la cognición de los vertebrados, los mecanismos neuronales que sustentan su comportamiento espacial todavía no están claros. «Hemos descubierto que el neuroanatomy (palio medial), la zona encefálica responsable de la cognición espacial en los mamíferos, también se activaba en las ranas venenosas mientras examinaban un entorno novedoso en el laboratorio», destaca Pašukonis. Sin embargo, se activaron diferentes regiones del prosencéfalo cuando las ranas intentaron encontrar el camino de vuelta a casa en condiciones naturales. Según el investigador, los hallazgos preliminares indican que, a pesar de su parentesco muy lejano con los mamíferos, las ranas comparten un mecanismo neural similar de comportamiento espacial. No obstante, los mecanismos que permiten orientarse a través de largas distancias en la naturaleza podrían depender específicamente de los anfibios y haber evolucionado de forma independiente. «También revelamos que, al igual que los mamíferos, las ranas venenosas se basan en una memoria espacial flexible para orientarse. Hasta ahora, se consideraba que tales capacidades cognitivas correspondían exclusivamente a mamíferos y aves, una opinión que nuestros hallazgos ponen en entredicho —señala Pašukonis—. Comprender de qué manera la flexibilidad cognitiva y las capacidades mentales de los animales se conformaron a partir de su entorno es fundamental para predecir cómo afrontan los cambios ambientales».
Palabras clave
FrogsInSpace, orientación, sexo, anfibios, ranas venenosas, cognición espacial