¿Cómo puede el yodo mantenernos en línea?
La órbita terrestre está cada vez más poblada de pequeños satélites de telecomunicaciones. Los nuevos sistemas, como el internet orbital de banda ancha, dependen de constelaciones masivas compuestas por estas máquinas, que deben colocarse en órbita mediante propulsores iónicos. Por lo general, estos motores funcionan con xenón, un combustible caro que requiere contenedores a presión y maquinaria compleja para funcionar. El equipo del proyecto iFACT, financiado con fondos europeos, investigó el uso del yodo como combustible iónico alternativo. El yodo tiene gran cantidad de ventajas: es barato, es sólido a bajas temperaturas y contiene tres veces la densidad energética del xenón. Al calentar el material con un sencillo sistema eléctrico, se produce gas yodo que puede acelerarse mediante un propulsor iónico para impulsar el satélite. El proyecto se ha presentado ahora en la nueva serie de vídeos explicativos de CORDIS titulada «Make the connection with EU-science». «Hemos desarrollado y demostrado componentes clave para fomentar el uso del yodo como combustible para la propulsión eléctrica», afirma Franz Georg Hey, coordinador del proyecto. «Desde 2020, se han construido 3 propulsores diferentes alimentados con yodo, con potencias que van de 10 a 1 000 W, y uno de ellos se ha acoplado con éxito a una plataforma CubeSat diseñada por Endurosat». «Make the connection with EU-science» consiste en una serie de vídeos explicativos centrados en el contenido científico y la aplicación de proyectos de investigación de la Unión Europea.
Palabras clave
iFACT, yodo, satélite, xenón, propulsión eléctrica, plasma, cátodo hueco, propulsor de campo de cúspide avanzado