Investigar los efectos del uso de las tecnologías de la información y de las comunicaciones con niños y jóvenes como socios de la investigación
A pesar de la abundancia de datos cuantitativos sobre el impacto de las transformaciones tecnológicas en niños y jóvenes, la investigación cualitativa relevante en este campo sigue siendo escasa. El equipo del proyecto DigiGen, financiado con fondos europeos, utiliza metodologías participativas para estudiar en qué condiciones algunos niños y jóvenes se benefician de las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) mientras que otros se ven afectados negativamente.
Más allá de las normas académicas tradicionales de producción de conocimiento
«El aspecto más innovador del proyecto ha sido el desarrollo de nuestro conjunto de herramientas en colaboración con la generación digital», afirma la coordinadora del proyecto, Halla B. Holmarsdottir. «El conjunto de herramientas nos ayudó a alcanzar varios de nuestros objetivos principales, de los cuales el más destacado fue el desarrollo de nuevas metodologías participativas sólidas para incluir a niños y jóvenes como coinvestigadores, cocreadores y codiseñadores». Uno de los objetivos secundarios era comprender el impacto del comportamiento en línea de niños y jóvenes y su uso de los dispositivos digitales, sobre todo en casa, en actividades de ocio, educación y participación cívica relacionadas con su futuro mundo laboral y como ciudadanos adultos, e identificar los grupos de riesgo en cuanto a salud, bienestar y participación social. Por último, el equipo de DigiGen exploró las condiciones de uso y el impacto de las TIC recurriendo a los puntos de vista de niños y jóvenes, sus padres, profesores y otras partes interesadas. «También desarrollamos otras herramientas, como una aplicación, que nos permitió utilizar un método de muestreo de experiencias, un método de recogida de datos cada vez más popular para evaluar la dinámica interpersonal en la vida digital cotidiana de niños y jóvenes en un entorno contextualizado en el mundo real», añade Holmarsdottir. «Los jóvenes utilizaron sus dispositivos digitales para responder a preguntas a través de un diario autoinformado».
Una investigación cualitativa con grandes obstáculos
La pandemia de COVID-19 resultó ser un gran obstáculo para DigiGen, ya que los confinamientos generales comenzaron aproximadamente 3 semanas después de la reunión inicial del equipo en Oslo (Noruega). «Esto no solo afectó a nuestra capacidad de reunirnos como equipo y organizar, por ejemplo, los talleres de formación metodológica que habíamos planeado, sino que también afectó a nuestra capacidad de captar participantes en escuelas y guarderías», confiesa Holmarsdottir. Los talleres de formación tuvieron que organizarse de manera virtual y, además, cada socio del consorcio tuvo que organizar sus propios talleres locales. En cuanto a la captación de participantes, en especial niños y jóvenes, cada equipo tuvo que recurrir a sus propias redes más amplias y a los medios sociales dirigidos a grupos específicos. Los equipos que trabajaban en instituciones dedicadas a la formación del profesorado pudieron aprovechar las escuelas y guarderías colaboradoras donde los estudiantes de magisterio realizan sus prácticas para captar participantes. Esto se tradujo en un retraso parcial en la recogida de datos y, en consecuencia, en mucho trabajo al final del proyecto, por lo que hubo menos tiempo para el análisis en profundidad de los datos. «En la actualidad, estamos trabajando en la publicación de un libro a partir de los resultados del proyecto para poner de relieve varias de las conclusiones generales, y esto nos permitirá disponer de más tiempo para analizar nuestros hallazgos más a fondo y comprender mejor la contribución general al campo», explica Holmarsdottir. Los investigadores consideran que sus resultados son más útiles para las familias, pero también para los educadores, pues, en su opinión, estos dos grupos necesitan trabajar juntos para ayudar a niños y jóvenes a ser ciudadanos digitales competentes. «También esperamos que los responsables políticos comprendan nuestras conclusiones y tengan en cuenta varias de nuestras recomendaciones políticas, como la necesidad de apoyar el acceso a las TIC y las competencias en materia de estas tecnologías», añade Holmarsdottir.
Palabras clave
DigiGen, niños, jóvenes, uso de las TIC, transformaciones tecnológicas, investigación cualitativa, metodologías participativas, comportamiento en línea, generación digital