Minibuses autónomos que ofrecen un servicio a demanda, puerta a puerta y las veinticuatro horas del día
Esta ha sido la visión del proyecto AVENUE, financiado con fondos europeos: integrar los minibuses autónomos en todos los medios de transporte públicos y privados. El concepto principal de AVENUE se basa en la movilidad como servicio, un modelo que sitúa a los usuarios en el centro de los servicios de transporte, ofreciéndoles soluciones de movilidad a medida basadas en sus necesidades. Del mismo modo que los servicios de emisión de películas y música en continuo permiten acceder cómodamente a ellas, la movilidad como servicio posibilita que los ciudadanos accedan cómodamente a una amplia gama de opciones de transporte mediante una aplicación inteligente. «Este modelo revolucionario revisa los servicios convencionales de transporte público, eliminando así la necesidad de itinerarios predeterminados en autobús», señala Dimitri Konstantas, catedrático de la Universidad de Ginebra (Suiza) y coordinador del proyecto. A diferencia de los vehículos autónomos privados, como los robotaxis que apoyan o complementan el transporte público, los minibuses autónomos cumplen todos los requisitos de sostenibilidad, incluido el más importante de ellos, la reducción del tráfico.
Eliminación de los obstáculos a los vehículos verdaderamente autónomos
El uso de vehículos autónomos en el transporte público afectará de forma inevitable a todos los aspectos de la vida urbana y suburbana, desde el estilo de vida de cada persona hasta el desarrollo urbano y la planificación social. En AVENUE se abordaron los obstáculos que frenan el uso de vehículos autónomos compartidos. «Las preguntas principales a las que hay que dar respuesta son las siguientes: qué modelos económicos y técnicos deben aplicarse, cuáles son los obstáculos jurídicos y normativos para el uso de vehículos autónomos y qué políticas deben formular los operadores de transporte público», explica Konstantas. La experiencia de los pasajeros en vehículos autónomos compartidos también es crucial para adoptar los nuevos servicios. «Los minibuses verdaderamente autónomos suprimen la prestación de servicios formales e informales de transporte de pasajeros a bordo de vehículos, hasta ahora a cargo del conductor, y ponen en duda que se pueda preservar su calidad», señala Konstantas. Los socios del proyecto propusieron y validaron varios servicios dentro y fuera del vehículo destinados a revolucionar la experiencia del viaje, como el control inteligente de billetes, la visualización en tiempo real del destino, la vigilancia automatizada de la seguridad de los pasajeros a bordo (como la identificación de agresiones, vandalismo, objetos olvidados, accidentes de pasajeros) y el seguimiento de los viajes de niños y personas mayores.
Luz verde a los autobuses sin conductor en las ciudades europeas
Desde su puesta en marcha en 2018, en AVENUE se han diseñado y llevado a cabo demostraciones a escala real de la automatización del transporte urbano, mediante el despliegue de flotas de minibuses autónomos en cuatro ciudades europeas —Copenhague, Ginebra, Luxemburgo y Lyon— y dos sitios replicadores. A través de ellos, los socios del proyecto validaron las ventajas del uso de vehículos autónomos en el transporte público, entre las que se incluyen los mencionados servicios innovadores para pasajeros a bordo de vehículos y la garantía de la seguridad vial y de los pasajeros. Las lanzaderas autónomas de Ginebra y Luxemburgo siguen integradas en los sistemas de transporte público existentes y prestan un servicio muy apreciado por sus ciudadanos. A partir de los datos recogidos en los lugares de despliegue, el equipo del proyecto aportó nuevas ideas sobre el impacto ambiental de los minibuses autónomos. «Hemos demostrado que los vehículos autónomos son una solución sostenible, viable y ecológica para el transporte público urbano y suburbano», señala Konstantas. Además, los socios del proyecto evaluaron la repercusión económica y utilizaron posibles parámetros de escenarios clave para probar el coste potencial de esta tecnología a nivel local. La nueva herramienta económica permite a los responsables políticos y a los operadores de transporte público calcular las necesidades relativas al tamaño de flota, el coste total de propiedad previsto, el coste por pasajero, los ingresos previstos y otros parámetros en una serie de escenarios. Tras el éxito de estas pruebas realizadas en el marco de AVENUE, el equipo del proyecto ULTIMO pretende ampliar y comercializar las operaciones de minibuses autónomos.
Palabras clave
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