Nuevos amarres para obtener mejores datos sobre el Atlántico Sur
Como parte de un esfuerzo internacional para obtener más información sobre las corrientes y los ecosistemas de una región del Atlántico Sur, sobre la que escasean los datos, se han instalado dos nuevos amarres instrumentados de profundidad total frente a la costa este de América del Sur. Los amarres científicos, que fueron colocados en el marco de los proyectos financiados con fondos europeos iAtlantic y TRIATLAS, están ayudando a alcanzar los objetivos descritos en la Declaración de Belém, una declaración conjunta sobre la investigación del océano Atlántico entre la Unión Europea (UE), Brasil y Sudáfrica. También están contribuyendo al cumplimiento de acuerdos bilaterales entre la UE y otros países. Los amarres medirán las variaciones en la Circulación Meridional de Retorno Atlántica (AMOC, por sus siglas en inglés), un sistema de corrientes oceánicas que hace circular el agua en el océano Atlántico de manera que lleva agua templada al norte y agua fría al sur. La AMOC, que consiste en un flujo del agua superficial del océano hacia el norte compensado por un flujo del agua profunda del océano hacia el sur, es el motor principal que impulsa el sistema climático de nuestro planeta y afecta no solo a la vida oceánica, sino también al tiempo y la economía de las naciones costeras.
Cuanto más se calienta el planeta, más débil es el sistema
Tal y como se explica en una nota de prensa, publicada en el sitio web de TRIATLAS, la «celda AMOC superior está vinculada a la formación y el hundimiento de aguas profundas en el Atlántico Norte subpolar y al afloramiento en el océano Antártico. Debajo de la celda superior hay una celda abisal más débil, originada por el hundimiento de agua densa cerca de la Antártida». Sin embargo, se sospecha que el calentamiento global está debilitando el sistema. Además, también pueden producirse variaciones naturales, causadas por la reducción del agua que se hunde en el norte y los cambios en el intercambio de masas de agua en el sur. «El Atlántico Sur es especialmente importante», afirma el catedrático Peter Brandt, del Centro Helmholtz GEOMAR para la Investigación Oceánica en Kiel (Alemania), socio de los proyectos iAtlantic y TRIATLAS. «Los cambios en la AMOC resultantes de los intercambios de masas de agua entre el Atlántico y los océanos Índico y Pacífico pueden detectarse mejor en el sur y, luego, compararse con los cambios que se originan en el bien observado Atlántico Norte», explica Brandt. La doctora María Paz Chidichimo, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina), socio del proyecto, añade: «El Atlántico Sur es la única cuenca oceánica con un transporte neto de calor hacia el ecuador y donde el transporte de agua dulce puede ser clave para la estabilidad de la AMOC. También es la cuenca donde las celdas de retorno superior y abisal de la AMOC son importantes». Los nuevos amarres contribuyen a la iniciativa South Atlantic Meridional Overturning Circulation – Basin-wide Array, que consiste en la toma de un conjunto de mediciones a una latitud de 34,5° sur en ambos lados del Atlántico. Al ampliar la información proporcionada por las mediciones actuales en el Atlántico suroccidental utilizando ecosondas en el lecho marino, los dos amarres medirán directamente las propiedades del agua de mar desde el lecho marino hasta la superficie. El objetivo de iAtlantic (Integrated Assessment of Atlantic Marine Ecosystems in Space and Time) y TRIATLAS (Tropical and South Atlantic climate-based marine ecosystem predictions for sustainable management) es medir los cambios en el clima a lo largo de los próximos decenios. «Estamos orgullosos de contribuir a los esfuerzos a largo plazo por mantener y desarrollar el sistema mundial de observación», destaca Brandt. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto iAtlantic Sitio web del proyecto TRIATLAS
Palabras clave
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