Sembrar el futuro de la agricultura ecológica con mejores reservas de semillas
La agricultura ecológica requiere semillas ecológicas. Si bien esto puede parecer bastante obvio, las semillas ecológicas son caras, difíciles de obtener, conllevan un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por semillas y pueden estar contaminadas por sus equivalentes no ecológicas. El equipo del proyecto ECOBREED (Increasing the efficiency and competitiveness of organic crop breeding) se propone evitar cuellos de botella como este que obstaculizan el crecimiento del mercado ecológico. Su finalidad es mejorar la disponibilidad de semillas y variedades adecuadas, identificar rasgos con el mayor potencial y aumentar las actividades de mejora genética para la producción de cultivos ecológicos y de bajos insumos. El proyecto, que inició su andadura en mayo de 2018, perseguía siete objetivos: identificar rasgos y variedades adecuados; evaluar el potencial de la variación genética para mejorar la adquisición de nutrientes; aumentar la competitividad frente a malas hierbas y el control de malezas; desarrollar mejores sistemas participativos de mejora genética; preseleccionar artificialmente variedades de «élite», y organizar programas de formación.
Pruebas de campo y fenotipado
La primera fase del proyecto se centró en la identificación, selección, evaluación y replicación de genotipos para permitir la realización de futuros estudios y pruebas de campo. Las pruebas de campo se llevaron a cabo con cuatro especies vegetales de cultivo, a saber: el trigo, la patata, la soja y el trigo sarraceno. Según Vladimir Meglič, coordinador del proyecto e investigador del Instituto Agrícola de Eslovenia, el objetivo último es garantizar que las nuevas variedades de especies vegetales de cultivo ecológico tengan el mismo rendimiento por hectárea que las convencionales. El equipo identificó cruces prometedores para rasgos específicos, como, por ejemplo, la tolerancia a la sequía, la resistencia a enfermedades y el valor nutritivo. Las pruebas de campo se llevaron a cabo en varios países. En Eslovenia, el Instituto Agrícola realizó pruebas con patatas ecológicas, buscando mejorar la calidad y el vigor de los tubérculos de siembra mediante el uso de cultivos de cobertura. En Eslovenia y los Estados Unidos, se llevaron a cabo los ensayos de eficiencia de absorción de fósforo en el trigo sarraceno, mientras que en Serbia los experimentos se centraron en el impacto económico negativo del chinche verde en la producción europea de soja.
Impulsar la transición ecológica
Los socios del proyecto también llevaron a cabo tres pruebas específicas con trigo duro que fueron lideradas por la Universidad de Tuscia, en Italia. Durante el primer año del proyecto, se evaluaron un total de setenta y dos líneas de trigo duro en campos austriacos, búlgaros e italianos. Los experimentos permitieron obtener variedades cruzadas con una mayor productividad que la de los cultivos ya comercializados. «Cambiar por completo a la producción ecológica sería imposible, ya que los alimentos ecológicos siguen siendo un nicho de mercado y porque muchos agricultores ecológicos simplemente no subsistirían sin subvenciones en este momento», comentó Meglič en un periódico esloveno en 2018. «Sin embargo, lo que podemos hacer y ya estamos haciendo con ECOBREED es tratar de encontrar nuevos métodos y tecnologías para reducir el trabajo manual, eliminar las malas hierbas y proporcionar variedades resistentes a las enfermedades a los agricultores ecológicos». Se prevé que el proyecto concluya a principios de 2024.
Palabras clave
ECOBREED, agroecología, especies vegetales de cultivo ecológico, semillas ecológicas, fenotipado, mercado, rendimiento