El cotilleo: ¿Una fuerza para hacer el bien?
En general, vemos con malos ojos los cotilleos, pero el compartir información veraz sobre los demás —incluso a sus espaldas— puede ayudar a las personas a cooperar mejor, según el proyecto financiado con fondos europeos FORCE-OF-GOSSIP. La investigación se describe en «Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences». En ese estudio, los investigadores trataron de responder a la pregunta: ¿Cuándo es probable que las personas compartan cotilleos veraces o infundados? Para encontrar la respuesta, crearon un modelo (que incluye al emisor del cotilleo, al receptor y a la persona de la que se habla) a fin de brindar una base teórica para las estrategias de cotilleo de las personas. «Por supuesto, como con cualquier modelo, tuvimos que hacer simplificaciones», destaca el coautor del estudio, el doctor Leo Tiokhin de la Universidad Tecnológica de Eindhoven (los Países Bajos), en una noticia publicada en el sitio web de la universidad. «Por ejemplo, nuestro modelo asumió que el emisor del cotilleo siempre sabía si el objetivo del cotilleo era cooperativo o no cooperativo. También asumió que el receptor siempre creería los cotilleos que le contaran. Estos supuestos teóricos se establecieron en pos de la manejabilidad y, ciertamente, podrían modificarse en futuras ampliaciones de nuestro trabajo».
Participar en el juego del cotilleo
El equipo utilizó un enfoque novedoso con cuatro juegos para modelar cuatro resultados diferentes de cotilleos veraces para el receptor y el objetivo del cotilleo. Los resultados fueron mutuamente beneficiosos, beneficiosos solo para el destinatario y perjudiciales para el objetivo (o viceversa), o perjudiciales para ambos. Tal y como se informa en la noticia, los resultados fueron consistentes en los cuatro juegos. La investigación muestra que los emisores del cotilleo utilizaron una simple «norma de congruencia» para decidir si comparten información veraz o infundada. Cuando había una fuerte coincidencia entre el efecto de los cotilleos veraces y lo mucho que valoraban los emisores del cotilleo al destinatario y al objetivo, los emisores tendían a ser honestos. Sin embargo, en las situaciones con un fuerte desequilibrio entre estos dos aspectos, era mucho más probable que los emisores del cotilleo mintieran. En un entorno de trabajo, esto se puede interpretar de la siguiente manera. Cuando los compañeros de trabajo confían unos en otros para lograr un objetivo compartido y el éxito beneficia a todos, es más probable que los cotilleos sean veraces si benefician al equipo e infundados si lo perjudican. «Por otro lado, hay otras situaciones en que las personas no son interdependientes de manera positiva», señala el doctor Tiokhin. «Por ejemplo, uno puede estar compitiendo con un compañero de trabajo por un ansiado ascenso al que solo puede acceder uno de los dos. En esas situaciones, las personas son interdependientes de manera negativa: el fracaso de una persona significa el éxito de la otra. Se puede esperar que tales situaciones conduzcan a cotilleos infundados encaminados a dañar a los compañeros de trabajo, o a cotilleos veraces cuando el contenido de los mismos ya es negativo». FORCE-OF-GOSSIP (The unknown force: How gossip shapes the functioning and performance of organizational groups.) se propone cambiar radicalmente el campo de la investigación sobre el cotilleo. El proyecto finaliza en febrero de 2024. Para más información, consulte: Proyecto FORCE-OF-GOSSIP
Palabras clave
FORCE-OF-GOSSIP, cotilleo, veraz, infundado, emisor del cotilleo, cooperación