Un fondo paneuropeo para impulsar la innovación en los servicios sociales
El siglo XXI presentará retos sociales y medioambientales extremos, que los Gobiernos de toda la Unión Europea (UE) deberán afrontar. Esto incluye la prestación de servicios sociales que puedan proteger los medios de subsistencia y los derechos de sus ciudadanos. Sin embargo, las iniciativas sociales de éxito necesitan algo más que buenas ideas para crecer. «Muchas innovaciones se han desarrollado y demostrado para tener un efecto social y medioambiental positivo, pero tienen dificultades para ampliarse», explica Madeleine Clarke, coordinadora del proyecto ESCF (European Social Catalyst Fund), y directora ejecutiva de Genio, una organización no gubernamental con sede en Irlanda. En vista de ello, ESCF se creó para proporcionar un respaldo y apoyo financieros a los proyectos de innovación social, que les permita desarrollar planes de ampliación dentro de los Estados miembros de la UE, o a través de sus fronteras. En ESCF se aunaron recursos de las esferas pública y privada y se unió la filantropía con la inversión de efecto social para ayudar a los Gobiernos a orientar el gasto público hacia los proyectos sociales que más beneficiarían a los ciudadanos de la UE. Este proyecto fue creado y cofinanciado por el Programa de Investigación e Innovación Horizonte 2020 de la UE, Genio Trust, Robert Bosch Stiftung y la Fundación Rey Balduino. Las subvenciones del ESCF apoyaron iniciativas para crear planes integrales de ampliación destinados a superar los apremiantes retos sociales.
En busca de soluciones sociales innovadoras
En el proyecto ESCF, se publicó una convocatoria en todos los Estados miembros de la UE para que las iniciativas sociales presentaran propuestas. Los solicitantes debían demostrar la pertinencia de sus objetivos con respecto a los retos sociales identificados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y en el pilar europeo de derechos sociales. A la convocatoria se presentaron 120 candidaturas de 22 países, que fueron evaluadas según una serie de criterios que incluían el efecto esperado, la capacidad de ampliación del proyecto y la calidad de la candidatura. El equipo de ESCF seleccionó 7 grupos a los que se concedieron subvenciones de hasta 100 000 EUR para cada uno a fin de crear planes de ampliación de sus proyectos. La mayoría de los proyectos elaboraron estrategias de crecimiento que traspasaron sus fronteras nacionales, lo cual dio lugar a planes para ampliar iniciativas sociales en quince países. Entre los proyectos seleccionados se encuentra Long Live the Elderly! (LLE), un proyecto comunitario que ayuda a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos mayores de ochenta años. LLE demostró ser eficaz en cuanto a la reducción del riesgo de problemas de salud al ayudar a las personas a prepararse para la vejez y a mantener contactos sociales. Otro proyecto que destaca Clarke fue DUO for a JOB, una iniciativa que pone en contacto a jóvenes inmigrantes que buscan empleo con mentores mayores para ayudarles a conseguirlo. DUO comenzó en Bruselas en 2013, y gracias a la subvención de ESCF está ampliando sus operaciones a Lille, Lyon y Marsella, en Francia, y Róterdam, en los Países Bajos.
La creación de un nuevo Fondo Europeo de Innovación Social
El éxito del proyecto ESCF ha dado lugar a la creación de una nueva convocatoria de propuestas, incluso en el Programa Marco Horizonte Europa, destinada a ampliar innovaciones sociales de éxito para apoyar los objetivos de las cinco misiones de la UE. La propuesta ganadora creará un Fondo Europeo de Innovación Social que será cofinanciado por Horizonte Europa y otras fuentes de financiación públicas y privadas.
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