Preservar nuestro patrimonio cultural con eficiencia energética
Existe toda una historia oculta detrás de las exposiciones que podemos disfrutar en los museos. La supervivencia de muchos objetos expuestos depende de las condiciones interiores de temperatura y humedad de los museos. En consecuencia, la vigilancia y el control de las fluctuaciones de la temperatura y la humedad en el interior son una tarea fundamental, por eso los museos se esfuerzan por encontrar un equilibrio entre garantizar la supervivencia de sus colecciones a largo plazo y facilitar el acceso público a ellas. Un inconveniente del paradigma actual que impera en el control de los espacios interiores de los museos es que sigue siendo muy restrictivo en lo que se refiere a las consignas de temperatura y humedad relativa. Además, los profesionales de la conservación se muestran cautos al adoptar valores de ajuste más amplios. El equipo del proyecto SMARTMUS-E propone una metodología relativamente sencilla para evaluar hasta qué punto podrían ampliarse los valores de consigna de temperatura y humedad relativa sin perjudicar la conservación. Al combinar el análisis de degradación de materiales con la vigilancia del medio ambiente, el equipo del proyecto pretende revolucionar la labor de conservación y la eficiencia energética de los museos de todo el mundo. El método propuesto por el equipo de SMARTMUS-E permitiría evaluar objetivamente los cambios materiales. Los profesionales de la conservación podrán estimar la seguridad del entorno de los museos en edificios históricos, dotándolos de los conocimientos necesarios para adaptarse al cambio climático. También podrán optimizar el consumo de energía al permitir fluctuaciones más amplias pero seguras de la temperatura y la humedad relativa en museos con sistemas mecánicos de aire acondicionado. Desde su lanzamiento en agosto de 2023, el equipo del proyecto ha logrado involucrar a varios profesionales de ámbitos tan diversos como la conservación, la química, las matemáticas y la gestión. Ello garantizará la interacción y la cooperación interdisciplinarias, lo cual significa que los profesionales de la conservación tienen experiencia en detectar las condiciones que han sido más perjudiciales para las colecciones en el pasado, y de este modo los especialistas en química pueden centrar su investigación en los materiales sometidos a esas condiciones. En la actualidad, los matemáticos analizan registros históricos de datos de temperatura y humedad relativa para que los químicos y conservadores puedan hacerse una idea de las condiciones pasadas a las que han estado sometidas las colecciones de arte y deducir si seguirán siendo seguras en condiciones de cambio climático. El equipo de SMARTMUS-E también ha instalado maquetas de pinturas al óleo en distintos edificios históricos y está supervisando el entorno y realizando los primeros análisis químicos.
Una mirada al futuro
Los planes de futuro incluyen el desarrollo de nuevos métodos analíticos mediante técnicas vanguardistas como la espectrometría de masas con movilidad de iones y la espectrometría de masas con cromatografía de fluidos supercríticos para evaluar mejor el comportamiento de las obras de arte sometidas al estrés de las fluctuaciones de temperatura y humedad relativa. Junto con las técnicas analíticas más utilizadas en el ámbito del patrimonio cultural, como la espectroscopia infrarroja, permitirá caracterizar con mayor detalle los cambios materiales y su relación con el entorno del museo. «En el futuro, también ayudará a museos e instituciones culturales a mejorar la gestión energética para cumplir la política de cero emisiones de la Unión Europea», explica la doctora Paola Lucero, investigadora postdoctoral de las acciones Marie Skłodowska-Curie en el proyecto de la Universidad Palacký de Olomouc (Chequia), supervisada por el profesor Karel Lemr. En los próximos meses, el equipo de SMARTMUS-E también planea desarrollar un análisis de series temporales del clima histórico en el interior de los museos objeto de estudio y su relación con el clima exterior. Se trata de un paso fundamental para conocer el posible impacto del cambio climático en la conservación de las colecciones. Lucero cree que la principal repercusión del proyecto SMARTMUS-E (Smart management of energy and costs in museums. A chemical background for a control methodology for Temperature and Relative Humidity fluctuations) será ayudar a orientar a las instituciones participantes hacia una gestión más sostenible del consumo de energía y una disminución de las necesidades energéticas. «El conocimiento del comportamiento de los edificios históricos y de su capacidad para hacer frente a las variaciones meteorológicas exteriores también estará a disposición de otras instituciones del patrimonio cultural europeo», concluye la investigadora. Si quiere que su proyecto aparezca en la sección «Proyecto del mes» en un próximo número, envíenos un correo electrónico a editorial@cordis.europa.eu explicándonos por qué deberíamos elegirlo.
Palabras clave
SMARTMUS-E, museo, temperatura, humedad, humedad relativa, conservación, energía, consumo de energía, análisis de degradación de materiales