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La lluvia determina la ocurrencia conjunta de sequías y olas de calor

El calentamiento de la Tierra aumentará la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos en climas cálidos o secos. Pero ¿cómo es posible que se produzcan al unísono sequías y olas de calor, y qué papel desempeñan las precipitaciones en este fenómeno? Un nuevo estudio proporciona las respuestas.

Se espera que el calentamiento global aumente la frecuencia de las sequías y las olas de calor. Con todo, hasta la fecha, los científicos no estaban seguros en qué condiciones se producían conjuntamente estos dos fenómenos extremos. Un nuevo estudio, auspiciado por la Unión Europea, ha revelado que, con un aumento de la temperatura del planeta de 2 °C, la frecuencia de que ocurran al unísono sequías y olas de calor, un fenómeno denominado «fenómenos compuestos de calor y sequía», está determinada sobre todo por las tendencias de la precipitación media. El estudio, que contó con el apoyo de los proyectos financiados con fondos europeos XAIDA y ERA4CS, se publicó en la revista «Nature Climate Change». Cuando se dan al mismo tiempo condiciones extremas de calor y sequía, se suele producir un impacto desproporcionado sobre los ecosistemas y las personas. Los fenómenos compuestos de calor y sequía pueden provocar incendios forestales, la muerte de árboles y la pérdida de cultivos. Si son de larga duración, pueden dar lugar a una escasez de agua, que puede amenazar la agricultura y la seguridad alimentaria. «En el pasado, los períodos de sequía y las olas de calor se solían considerar por separado. Sin embargo, los dos fenómenos están muy correlacionados, un hecho que se puede corroborar en los extremos experimentados en 2003 y 2018 en Europa. Las consecuencias negativas de estos fenómenos extremos compuestos son a menudo mayores que las de un solo fenómeno extremo», comenta el investigador de ciencia del sistema terrestre y coautor del estudio, el doctor Jakob Zscheischler, del Centro Helmholtz de Investigación del Medio Ambiente (UFZ, por sus siglas en alemán), en Alemania, en una reciente noticia de «ScienceDaily». Los investigadores utilizaron los resultados de un conjunto de siete modelos climáticos para estudiar de qué depende la ocurrencia de fenómenos compuestos de calor y sequía, así como para dilucidar la importancia del papel que desempeñan las tendencias de precipitación en la frecuencia de futuros fenómenos compuestos. El equipo se centró en el período histórico comprendido entre 1950 y 1980 y comparó los resultados con un clima futuro 2 °C más cálido que las condiciones preindustriales. «La ventaja de estas simulaciones múltiples es que tenemos un volumen de datos mucho mayor que con los conjuntos de modelos convencionales, lo que nos permite calcular mejor los fenómenos extremos compuestos», explica en la misma noticia el doctor Emanuele Bevacqua, investigador del UFZ y primer autor del estudio.

Un aumento de cuatro veces

El estudio corrobora que el calentamiento global aumentará la frecuencia de los fenómenos compuestos de calor y sequía. Entre 1950 y 1980, se produjeron con una frecuencia del 3 %, es decir, una vez cada 33 años. En un clima 2 °C más cálido, se prevé que su frecuencia aumente cerca de un 12 %, 4 veces más en comparación con el período histórico. La investigación también ha permitido determinar que la frecuencia con la que se producirán conjuntamente las sequías y las olas de calor en el futuro dependerá de las precipitaciones más que de las tendencias de la temperatura. Los autores explican en su estudio: «Esto sucede porque el calentamiento local será lo bastante extenso como para que las sequías futuras siempre coincidan con al menos fenómenos extremos de calor moderados, incluso en un mundo 2 °C más cálido. Por el contrario, las tendencias de precipitación suelen ser débiles y ambiguas, según el modelo, la región y la variabilidad climática interna. Por lo tanto, la restricción de las tendencias regionales de precipitación también limitará futuros fenómenos compuestos de calor y sequía». Los resultados del estudio respaldado por los proyectos XAIDA (EXTREME EVENTS: ARTIFICIAL INTELLIGENCE FOR DETECTION AND ATTRIBUTION) y ERA4CS (European Research Area for Climate Services) también se pueden aplicar a otros fenómenos meteorológicos extremos compuestos, como la interacción de las tormentas tropicales y las olas de calor en tierra, o las olas de calor y los fenómenos extremos de acidificación en los océanos. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto XAIDA Sitio web del proyecto ERA4CS

Palabras clave

XAIDA, ERA4CS, calentamiento global, sequía, ola de calor, precipitación, clima, fenómeno compuesto de calor y sequía

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