Reducción de los residuos alimentarios y plásticos gracias a los envases adecuados
Desde envoltorios a base de algas hasta bolsas biodegradables producidas a partir de almidón de patata, en el mercado hay soluciones innovadoras creadas para reducir la cantidad de residuos alimentarios, al tiempo que disminuyen nuestra dependencia del plástico. Pero ¿cómo puede una empresa decidir qué envase es el más adecuado para sus productos? ¿Cómo pueden definirse los mejores mercados para aprovechar las tecnologías de envasado de alimentos innovadoras y sostenibles? Y, ¿cómo pueden reducirse los residuos alimentarios? El proyecto MYPACK, respaldado por la Unión Europea y coordinado por la Red Francesa de Institutos de Tecnología de Alimentos (ACTIA), ha trabajado en el modo más eficaz de aprovechar el poder de las tecnologías más recientes para reducir los residuos alimentarios y llevarlas al mercado. «No se trata únicamente de disminuir la cantidad de residuos de envases, como el plástico», explica la coordinadora científica del proyecto, Patrice Dole, que trabaja en el Centro Técnico Francés para la Industria Alimentaria (sitio web en francés). «Un envasado eficaz conserva los alimentos y, así, prolonga su vida útil de almacenamiento, logra que desechemos menos alimentos y permite reducir el consumo de recursos naturales asociado». Añade que el truco es alcanzar el equilibrio adecuado entre el impacto medioambiental de los envases y la reducción de los residuos alimentarios.
Envases: la conservación de los alimentos para evitar que lleguen a los vertederos
Uno de los principales obstáculos que identificó el proyecto fue la falta de percepción por parte de los consumidores del vínculo entre la sostenibilidad y la reducción de los residuos alimentarios. Tal como explica Dole: «Presentamos la noción de "envases biodegradables" a grupos de consumidores y cualificaron las tecnologías como "sostenibles". Sin embargo, cuando les mostramos "envases eficientes que permiten eliminar los residuos alimentarios", no los definieron así». Por tanto, con el fin de ayudar al público a relacionar más estrechamente ambas ideas, el equipo del proyecto ideó una nueva unidad de medición: el equivalente en tomates. «Creamos infografías que muestran el impacto medioambiental de diversos materiales de envasado en comparación con la producción de medio kilo de tomates», explica Dole. Las utilizaron para comprobar la vida útil de almacenamiento de los tomates en envases de diferentes materiales. En la página de formación del sitio web de MYPACK están disponibles otras «tarjetas educativas» para la sensibilización pública.
Más allá del consumidor para derribar otras barreras
El proyecto valoró otros obstáculos para la adopción de envases innovadores, de carácter técnico, macroeconómico, reglamentario y de viabilidad industrial. «Se trata de un entorno complejo, por eso el equipo de MYPACK se propuso ayudar a los proveedores de envases, de materiales y usuarios a identificar las necesidades de envasado». Para acortar la brecha de información, en MYPACK se desarrolló una herramienta en línea para orientar tanto a los proveedores de materiales y envases como a los usuarios de los envases en el complejo proceso del desarrollo y diseño de envases para productos. La herramienta presenta una serie de objetivos, por ejemplo «Abordar los obstáculos relacionados con los consumidores», y ofrece consejos para avanzar paso a paso hacia la consecución de esos objetivos a través de «guías básicas». Por ejemplo, en el apartado «Abordar las oportunidades y los obstáculos macroeconómicos», una de esas guías se titula: «Cómo repensar el mercado objetivo». «Estamos encantados de haber desarrollado este método práctico y gradual que ayudará a los productores y comerciantes a replantearse sus objetivos y a alcanzarlos», comenta Dole. ¡Pero el equipo del proyecto no se va a dormir en los laureles! «Nos gustaría proseguir con el trabajo mejorando la herramienta en línea con más vínculos a nuevos estudios de caso, más bibliografía, más datos de referencia e información sobre la normativa», concluye.
Palabras clave
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