Formar a los primeros intervinientes para lidiar con la violencia doméstica
Cada día, ocho mujeres son asesinadas en Europa por su pareja, expareja o familia , según un www.unodc.org/documents/data-and-analysis/gsh/Booklet_5.pdf (informe de 2019 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito). Una infinidad de fuentes revelan estadísticas desoladoras. A lo largo y ancho de Europa, la prioridad que se concede a las denuncias por violencia doméstica y la formación de los primeros intervinientes varían enormemente. Tras pasar tiempo con las fuerzas policiales e involucrarse con los medios de comunicación, en el www.improdova.eu (proyecto IMPRODOVA) se ha elaborado un amplio conjunto de herramientas y cursos de formación para primeros intervinientes, medios de comunicación, universidades y la comunidad científica. «El enfoque policial de cara a la violencia doméstica varía enormemente de un país europeo a otro. Algunas fuerzas del orden le dan una gran prioridad y dedican el 20 % de su tiempo a atender casos, mientras que otros ni siquiera acuden a una llamada y exigen a la víctima de maltrato que vaya a la comisaría y denuncie el suceso en ella», explica la coordinadora del proyecto, Catharina Vogt, perteneciente a la Universidad de Policía Alemana de Münster. En su opinión, esta disparidad se debe en parte a la razón histórica por la que se crearon las fuerzas policiales, para mantener el orden público: «La intervención en el ámbito familiar privado es algo relativamente nuevo, probablemente motivado por las altas cifras de mujeres muertas. «Recientemente, la investigación ha aportado numerosas pruebas sobre lo perjudiciales que son los efectos del maltrato doméstico para las víctimas, e incluso para los niños no nacidos, y lo mucho que pierde la sociedad cuando desvía la mirada del problema». Aun así, en muchas culturas europeas prevalece la idea estereotipada de que la violencia doméstica es un tema que las parejas y las familias deben resolver entre sí. En IMPRODOVA se aspiró a poner en entredicho tal creencia. En el proyecto se examinó muy de cerca qué sucedía al llamar a los agentes debido a un caso de violencia doméstica. Se llevaron a cabo 296 entrevistas en 19 lugares de trabajo de campo sobre las mejores prácticas o las habituales para combatir la violencia doméstica en ocho países de la UE (en el momento de la investigación): Austria, Alemania, Francia, Hungría, Portugal, Eslovenia, Finlandia y Reino Unido (Escocia). «No acudimos a las intervenciones de la policía porque se consideró un riesgo excesivo, pero llevamos a cabo entrevistas en comisarías y otros lugares», explica Vogt.
Los puntos débiles del apoyo a las víctimas
En IMPRODOVA se entrevistaron especialistas policiales en violencia doméstica, agentes policiales en puestos de gestión y otros agentes de primera línea, como médicos y trabajadores sociales. Las conclusiones principales fueron que, a la hora de atender a la víctima, el problema es que la mayoría de los policías con los que interactúan las víctimas de violencia doméstica no son especialistas. «Lo anterior significa que determinar el nivel de ayuda que recibirá la víctima queda a merced de la discreción policial. Como tradicionalmente los agentes de policía tendían a considerar la violencia doméstica como un asunto familiar privado —y no como el delito que es—, las víctimas de violencia doméstica suelen verse desatendidas por los agentes de policía no especializados», añade Vogt. El proyecto reveló que usar la discrecionalidad, en lugar de un enfoque con conocimiento de causa, significaba que la calidad del servicio dependía de los conocimientos de las personas que estuvieran de guardia, no de la calidad de los procesos organizativos establecidos. En lo que respecta a la profesión médica, la asistencia sanitaria es el lugar de referencia al que acuden las víctimas de violencia doméstica, pero los profesionales rara vez detectan dicha violencia si la comprobación rutinaria no es obligatoria. «Cuando la detectan, no están formados ni preparados adecuadamente, o ni siquiera son lo suficientemente "valientes" para intervenir y prestar su apoyo a las víctimas de violencia doméstica», afirma Vogt. Los trabajadores sociales son expertos en apoyo a las víctimas, pero requieren una colaboración eficaz, especialmente con la policía, para ayudar de verdad a las víctimas. A menudo, su documentación sobre un caso no se considera prueba en un juzgado.
Invertir la situación
El proyecto difundió ampliamente los resultados de sus investigaciones. La información se presentó a la policía y a los trabajadores sociales en reuniones policiales de alto nivel y en conferencias universitarias, en grandes asociaciones médicas y mediante un vídeo formativo para evaluar el riesgo de violencia doméstica. Estudiantes de derecho, policías en prácticas y profesores asistieron a las charlas universitarias que presentó IMPRODOVA. En octubre de 2021, el cuerpo de policía griego solicitó utilizar el material de formación de IMPRODOVA. Se llevará a cabo una mayor concienciación sobre los problemas de la violencia doméstica con agentes de la policía griega. El proyecto también se centró en los medios de comunicación: se efectuaron contribuciones en artículos de prensa y hubo apariciones en radio y televisión, incluido el conocido canal France24. Para llegar a un público más amplio, el equipo ha publicado un vídeo de sensibilización. El proyecto está dando resultados concretos. En 2020, una nueva herramienta de evaluación de riesgos en Francia, creada por varios ministerios con los materiales aportados por el proyecto, se tradujo a dieciocho idiomas, tres de ellos criollos. «Desde que se implantó nuestra herramienta y se exige que la policía francesa la rellene en cada denuncia de violencia doméstica, el número de víctimas que quieren presentar cargos contra sus agresores ha aumentado considerablemente», afirma Vogt con orgullo. La formación de la policía francesa también irá más allá de la duración del proyecto. Sobre la base de los resultados de IMPRODOVA, se ha creado un manual procedimental para casos de violencia doméstica destinado a los agentes de policía y gendarmería franceses. De aquí a finales de 2021 se enviarán unos 22 000 ejemplares a todas las circunscripciones territoriales y a los centros de formación de la policía y la gendarmería. «El manual puede ser útil a todos los policías, gendarmes y trabajadores sociales especializados en violencia doméstica en Francia», añade Vogt.
Palabras clave
IMPRODOVA, violencia doméstica, VD, maltrato doméstico, policía, trabajadores sociales, asistencia sanitaria, prevención, detección, mitigación