Una herramienta de predicción para ayudar a las mujeres a recuperarse del cáncer
Hacer frente y sobrevivir al cáncer de mama no consiste únicamente en beneficiarse de la opción de tratamiento que sea mejor y que resulte más adecuada. Es también una cuestión de resiliencia personal, lo cual implica factores complejos como la biología, el estilo de vida, el optimismo, las conexiones interpersonales e incluso la espiritualidad. Si bien existen estudios sobre la resiliencia, la mayor parte de ellos se centran en la angustia emocional y la alteración funcional resultantes del diagnóstico y el tratamiento. En cambio, aquello que les da fuerzas a las pacientes sigue siendo una zona gris. «Una perspectiva basada en la fortaleza puede mejorar nuestra comprensión sobre los factores de protección que participan en los resultados del diagnóstico y el tratamiento. Sin embargo, necesitamos emplear un enfoque multidimensional para llegar a ese punto», afirma Paula Poikonen-Saksela, profesora clínica del Centro Oncológico Integral del Hospital Universitario de Helsinki y coordinadora del proyecto BOUNCE (Predicting Effective Adaptation to Breast Cancer to Help Women to BOUNCE Back). BOUNCE busca conceptualizar y evaluar la resiliencia a lo largo de un período prolongado de tiempo. El proyecto utiliza una conceptualización basada en varios métodos y rasgos de la resiliencia que la considera como: un rasgo o un potencial; un proceso o una trayectoria; o un resultado asociado a la calidad de vida en el seguimiento a largo plazo. El equipo del proyecto recopiló un conjunto de escalas y cuestionarios que fueron ajustados y condensados por un grupo de psicólogos expertos. Se distribuyeron los cuestionarios entre pacientes hablantes de distintas lenguas. «Este fue un proceso largo y que nos llevó más tiempo del que habíamos previsto. Tuvimos que mantener a las pacientes motivadas para que continuasen en el estudio y respondiesen todas las preguntas a lo largo del período de seguimiento de dieciocho meses, lo cual se complicó todavía más debido a la pandemia de COVID-19. Gracias a los esfuerzos coordinados de los médicos del estudio y los ayudantes de investigación, logramos alcanzar la cifra prevista de seiscientas pacientes que proporcionaron datos de seguimiento de un año», explica Poikonen-Saksela.
Apoyo psicológico
Una vez completada esta parte, el equipo del proyecto pasó a desarrollar un modelo clínico específico. Este ayudará a los profesionales sanitarios a identificar trayectorias de resultados asociados a la resiliencia (como la calidad de vida) a lo largo del tiempo, así como las principales variables que permiten predecir estas trayectorias. En última instancia, el modelo se convertirá en una herramienta de predicción que ayudará a los profesionales sanitarios a predecir niveles futuros de resultados asociados a la resiliencia a partir del estado de las pacientes y de su puntuación en determinadas variables cruciales. La herramienta también ofrecerá recomendaciones clínicas básicas para facilitar una toma de decisiones informada. «Actualmente, se está llevando a cabo un estudio clínico derivado en Helsinki y Milán —añade Poikonen-Saksela—. Dicho estudio evaluará los aspectos básicos del modelo clínico y la aplicabilidad de un flujo de trabajo clínico que incluye la herramienta de apoyo a la toma de decisiones que publicaremos próximamente. En Helsinki, recopilamos información sobre el cumplimiento de las pacientes, en qué medida es realmente necesaria una medición de la resiliencia y la utilidad de las intervenciones digitales. En Milán, el objetivo principal es evaluar la viabilidad en la práctica clínica de la herramienta de predicción de la resiliencia. Con el fin de detectar cualquier cambio producido durante el tratamiento, las puntuaciones de resiliencia se medirán al inicio, durante y después de la realización de intervenciones psicológicas dirigidas. Observaremos estrechamente qué variables se ven afectadas por una intervención psicológica». Está previsto que el proyecto finalice en abril de 2022. El tiempo restante se utilizará para seguir recopilando datos y mejorar los modelos estadísticos, así como para llevar a cabo un análisis de coste-beneficio del módulo de apoyo a la toma de decisiones en entornos clínicos. La obtención de unos grandes beneficios cambiaría de forma considerable la práctica clínica al permitir a los profesionales sanitarios ofrecer unas recomendaciones personalizadas en el marco del apoyo psicológico que ofrecen a sus pacientes.
Palabras clave
BOUNCE, cáncer de mama, psicológico, resiliencia, optimismo, estilo de vida, apoyo a la toma de decisiones