Trucos cómicos para inspirar la política
La política no es ninguna broma. ¿O sí? Visto que los ciudadanos de las democracias longevas están cada vez más desilusionados con la política, al tiempo que la COVID-19 pasa factura a nuestra salud y economía, la elaboración de políticas cuestionables puede convertirse en objeto de sátira, tanto para los ciudadanos frustrados como para los cómicos inspirados. No obstante, la relación de la comedia y la política es mucho más profunda. La comedia inspira el pensamiento y la filosofía políticos desde tiempos de Platón y son muchas las protestas políticas históricas en las que se ha recurrido a técnicas cómicas. El único problema es que, por muy fuerte que sea, recientemente los filósofos políticos parecen haber olvidado esta relación y prefieren centrarse en la tragedia en su lugar u olvidarse de las artes por completo. «La tragedia puede abrirnos los ojos a tensiones y conflictos inherentes que requieren una transformación política. No obstante, la idea de que el pensamiento político se vuelca en la tragedia nos impide ver que la comedia ofrece una perspectiva distinta de esas mismas tensiones y conflictos», explica Thomas Khurana, que fue profesor de Filosofía en la www.essex.ac.uk (Universidad de Essex) y actualmente es catedrático de Filosofía en la Universidad de Potsdam. De hecho, hay cierto valor en evitar la moralización y racionalización de la política inherente a la tragedia para abordarla como un juego de fuerzas que tenga en cuenta el absurdo, la contingencia, la fragilidad y los defectos de la acción humana. Mientras tanto, mirar la comedia desde una perspectiva política puede revelar que, a decir verdad, es algo bastante serio. A sabiendas de este potencial, Khurana y Birte Löschenkohl, beneficiaria de una beca individual de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, se propusieron remediar la falta de reconocimiento del impacto político que tiene la comedia mediante el proyecto Comedy and Politics (The Comedy of Political Philosophy. Democratic Citizenship, Political Judgment, and Ideals in Political Practice). «Nos pareció que sería útil dar a conocer la profundidad de la tradición literaria y filosófica de la comedia política. Así pues, revisamos autores destacados desde la Antigüedad hasta la época contemporánea, pasando por la Edad Moderna temprana. Nos interesaban especialmente pensadores como Platón, Maquiavelo, Hegel y Marx, de quienes se conoce bien la trascendencia de su pensamiento político, pero no tanto su apuesta por la comedia», afirma Löschenkohl. Esta tarea ofrece una gran cantidad de perspectivas interesantes. Aunque Platón es conocido por descartar las artes en general en la vida política ideal, en el proyecto quedó patente que tenía una visión diferente de la comedia, puesto que sugería que la predisposición cómica de los ciudadanos podría ser útil para aliviar tensiones entre los ideales políticos y la realidad de la corrupción política. Por otra parte, la crítica de Marx al capitalismo y sus reflexiones sobre la posibilidad de sus transformaciones resultaron estar sorprendentemente basadas en técnicas cómicas.
La urgencia en los avances contemporáneos
En Comedy and Politics también se analiza con detalle lo que sucede en nuestra cultura política actual. En primer lugar, se explora la extraña interconexión de la comedia y el autoritarismo, lo cual nos lleva a reflexionar sobre el potencial positivo de la comedia. También se examinan los recursos positivos que puede ofrecer el pensamiento cómico para responder a cuestiones políticas actuales como el cambio climático. «Cualquier respuesta política adecuada a estas cuestiones requerirá reconocer la finitud y la vulnerabilidad humanas, así como afrontar la arrogancia y la prepotencia inherentes a nuestros intentos contemporáneos de dominar la naturaleza. Parece que estamos atrapados en una falsa alternativa, que consiste en la negación directa o la aceptación de situaciones catastrofistas», añade Löschenkohl. «Ninguna de estas opciones servirá para solucionar este desaguisado y sus injusticias sistemáticas. Podemos utilizar los recursos que ofrece la comedia tanto para ver lo absurdo de nuestros actuales intentos de dominar y manipular la naturaleza como para aprender a actuar desde nuestra propia finitud y dependencia». Una de las principales conclusiones del proyecto es la necesaria distinción entre comedia delusiva y fantástica. «El rechazo a la idea de que la comedia pueda ser instructiva para el pensamiento político tiene que ver con el hecho de que toda comedia suele identificarse con el género de la comedia delusiva: la que nos da falsas esperanzas, nos invita a creer en ilusiones, o nos ofrece una imagen grandiosa de posibles remedios mágicos», señala Khurana. «Con este proyecto demostramos que existe una tradición diferente de la comedia política, fantástica en lugar de delusiva. Cuando se considera esta distinción fundamental, resulta posible conectar con una forma de esperanza política radical inherente a la comedia, que nada tiene que ver con la delusión y el autoengaño». Löschenkohl y Khurana esperan que Comedy and Politics termine por contribuir a diversificar las perspectivas de la teoría política, además de proporcionar al debate contemporáneo nuevas herramientas para comprender mejor el significado político y filosófico de la comedia.
Palabras clave
Comedy and Politics, comedia, política, Marx, Platón, autoritarismo, cambio climático, pensamiento político, filosofía