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Development of Hydrophobic Windscreen Coating for Next Generation Civil Tilt Rotor

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Avances en los recubrimientos hidrofóbicos para parabrisas de aeronaves

Los limpiaparabrisas de las aeronaves forman parte del equipo esencial. Sin embargo, se usan tan poco que son en gran parte un exceso de peso. Un nuevo recubrimiento para parabrisas suprime su peso y resistencia aerodinámica.

Los limpiaparabrisas de las aeronaves son sencillos y fiables. Sin embargo, incrementan la resistencia aerodinámica, lo que aumenta el consumo de combustible y limita su uso a las bajas velocidades del aterrizaje y el despegue. Durante el vuelo a alta velocidad, los limpiaparabrisas no se usan, con independencia de las condiciones climáticas, de manera que la aeronave transporta un exceso de peso la mayor parte del tiempo. Por otro lado, con el tiempo, los limpiaparabrisas desgastan la superficie de los parabrisas. Ya se habían probado materiales de recubrimiento químicos que repelen el agua. Aunque desde un principio no eran excesivamente transparentes, los arañazos por la lluvia, el granizo y el polvo empeoraban la visibilidad.

Recubrimiento de parabrisas para las aeronaves de nueva generación

El proyecto HaSU, financiado con fondos europeos, ha creado un nuevo recubrimiento hidrofóbico (repelente al agua) duradero para el convertiplano civil de nueva generación (NextGenCTR, por sus siglas en inglés). Esta aeronave es un modelo de pasajeros del tamaño de un autobús que puede despegar y aterrizar verticalmente sin necesidad de aeropuerto. El desarrollo del NextGenCTR corresponde al programa general de la Unión Europea Clean Sky, del que también forma parte HaSU. El recubrimiento hidrofóbico de HaSU mantiene el parabrisas del NextGenCTR sin agua ni hielo, elimina el exceso de peso de los mecanismos de las escobillas y aborda los problemas de los que adolecen las generaciones anteriores de recubrimientos. «Nuestro nuevo recubrimiento es un sol-gel, compuesto por silanos de poliuretano sometidos a hidrólisis», explica el coordinador del proyecto, Ernesto Benini. En la práctica, el recubrimiento se pinta sobre el parabrisas, donde se deja secar. Se crea así una capa dura, que repele el agua de la lluvia con facilidad, sobre la parte exterior del parabrisas. Además, el recubrimiento incluye una capa transparente de conducción térmica aplicada a la superficie del cristal que permite la eliminación del hielo.

Las pruebas son prometedoras

En los seis meses de pruebas ambientales exhaustivas, el recubrimiento no mostró ningún tipo de degradación considerable, lo que resulta significativo ya de por sí frente a los recubrimientos anteriores. Aunque aún no se conoce su duración, podría superar con creces los seis meses. En cualquier caso, el producto final probablemente necesitaría una renovación periódica, en condiciones controladas, para garantizar su consistencia. Todos los limpiaparabrisas se retirarían de la aeronave y se enviarían a la fábrica para la nueva aplicación del recubrimiento, un proceso que llevaría un par de horas y que Benini considera muy competitivo y eficiente. Los investigadores del proyecto no probaron la resistencia del recubrimiento a los impactos. «A pesar de ello, creemos que este recubrimiento es lo suficientemente resiliente como para resistir los impactos —informa Benini—. La estructura multicapa subyacente, diseñada para soportar la presión de los impactos de aves, del granizo y otros similares, garantiza la mayor parte de la resistencia». Los investigadores desarrollaron la tecnología del nivel de preparación tecnológica (TRL, por sus siglas en inglés) 4 al 6. Por lo tanto, la tecnología se ha probado en su entorno previsto, y ha demostrado su viabilidad. A corto plazo, el equipo perfeccionará el proceso de fabricación y hará madurar la tecnología. A partir de ahí, las vías para la acreditación de aeronavegabilidad y la comercialización completa serán relativamente sencillas. Pese a haberse diseñado específicamente para el NextGenCTR, el nuevo recubrimiento debería poder transferirse a muchos otros tipos de vehículos, trenes y coches incluidos. Los operadores de aeronaves serán algunos de los primeros beneficiarios. El nuevo recubrimiento eliminará peso y resistencia aerodinámica, lo que abaratará el funcionamiento de las aeronaves. Los pilotos también valorarán la visibilidad, mejor y más duradera frente a los recubrimientos anteriores.

Palabras clave

HaSU, recubrimiento, aeronave, parabrisas, NextGenCTR, hidrofóbico, Clean Sky

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