¿Por qué migran las personas?
A lo largo de la historia, la migración humana ha transformado tanto los territorios como la mezcla de razas, etnias y lenguas de su población. Por ejemplo, la Europa que conocemos hoy en día es el producto de grandes migraciones dentro y a través de sus fronteras. Solo en 2018, alrededor de 2,4 millones de inmigrantes entraron en la Unión Europea (UE) desde terceros países, mientras que 1,1 millones de personas emigraron de la UE. Pero ¿por qué migran las personas? Investigadores del Instituto de Investigación sobre la Paz de Oslo se propusieron responder a esta pregunta dividiéndola en dos partes. En primer lugar, ¿qué motiva a las personas a emigrar? En segundo, ¿qué les permite convertir esta ambición en una realidad? Con el apoyo del proyecto financiado con fondos europeos QuantMig, los investigadores llevaron a cabo la primera revisión bibliográfica sistemática de estudios, principalmente para explorar los diferentes factores que contribuyen a explicar por qué algunas personas desean abandonar un país y, otras, permanecer en él.
Factores determinantes y efectos
La revisión bibliográfica abordó cuarenta y nueve estudios comparables basados en encuestas a la población general. Se utilizaron análisis de regresión con múltiples variantes para definir los factores que determinan el deseo migratorio de las personas y los efectos de dichos factores. En total, se identificaron treinta y dos factores determinantes. Se incluyen factores demográficos y relacionados con la familia como la edad, el género y el estado civil, factores socioeconómicos como la propiedad de la vivienda, el estado laboral y los ingresos, y factores personales tales como el nivel de estudios, el bienestar subjetivo y la voluntad de asumir riesgos. Asimismo, se tuvieron en cuenta factores relacionados con el país y la comunidad de origen, por ejemplo la calidad de los servicios públicos, la corrupción y la violencia, mientras que, en relación con la migración, se valoraron las redes y la historia migratoria, las remesas y la percepción de los destinos. Los efectos de cada factor determinante se clasificaron como negativos, positivos, insignificantes o mixtos; esta última categoría se empleó para describir efectos significativos en sentidos contrarios. Por ejemplo, los autores del estudio explican que «el nivel socioeconómico se podía medir por separado con un índice de bienes y una evaluación subjetiva. Si uno es negativo y el otro es insignificante, resumimos el efecto como negativo; si uno es negativo y el otro positivo, lo resumimos como mixto». El equipo descubrió que algunos de los factores determinantes tenían unos efectos constantes y otros contradictores o inconcluyentes. Por consiguiente, utilizaron novedosos medios visuales para presentar los efectos de tal modo que se reflejasen las variaciones y excepciones. De acuerdo con un gran número de análisis, los factores más destacables, con un efecto inconfundible sobre el deseo de emigrar, eran la juventud y los vínculos con migrantes, retornados o no. Asimismo, otros factores determinantes, como la insatisfacción con los servicios públicos, la exposición a la violencia, la inseguridad o la corrupción, y la voluntad de asumir riesgos, mostraron aumentar de forma aún más constante el deseo de migrar. Sin embargo, dado que están peor documentados, presentan cierta incertidumbre. Mientras que la mayor parte de la revisión bibliográfica de QuantMig (Quantifying Migration Scenarios for Better Policy) se basó en abundante documentación sobre las aspiraciones migratorias, el número de estudios que abordan el paso de una aspiración a una realidad es considerablemente menor. El carácter limitado de la segunda parte del estudio impidió extraer conclusiones generales. En un artículo publicado en «Medium» se resume la revisión bibliográfica de QuantMig. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto QuantMig
Palabras clave
QuantMig, migración, migrar, factor, determinante, efecto, revisión bibliográfica