Flightpath 2050 se vuelve global
La aviación es inherentemente una cuestión internacional e incluso la visión más elaborada del futuro del sector puede materializarse solo con el apoyo internacional. Los hallazgos de ICARe (International Cooperation in Aviation Research) en este sentido son claros: existen más de cien proyectos de investigación que actualmente planean ayudar a Europa a alcanzar los objetivos de Flightpath 2050 y que también resultan interesantes para otros países. El coste potencial de estos proyectos puede alcanzar los 500 millones de euros, lo que podría reducirse considerablemente si la Comisión Europea decide tender la mano a posibles socios del panorama internacional. ICARe, que se encargó de ofrecer a la Comisión Europea recomendaciones para una futura colaboración internacional en el ámbito de la investigación e innovación en el sector de la aviación, identificó ocho áreas de interés común que abarcan: medio ambiente y energía; materiales y estructuras; seguridad y protección; metodologías y tecnologías de ingeniería para el futuro; interoperabilidad; configuraciones nuevas y diseño de optimización; velocidad supersónica y alta velocidad; y reglamento y certificación. «Los socios de ICARe han identificado información esencial de cada tema a fin de facilitar las decisiones sobre futuras asociaciones técnicas. Nosotros proporcionamos los dominios compartidos de interés para cada país; los temas técnicos asociados; los impactos estimados sobre el medio ambiente y la competitividad europea; la programación del tema en el marco temporal del programa marco Horizonte Europa; los costes estimados por orden de magnitud; y la estimación del nivel de preparación tecnológica (TRL, por sus siglas en inglés) alcanzado. Se ha enviado esta información a la Comisión Europea para la preparación de las próximas convocatorias de propuestas del programa marco Horizonte Europa», comenta Patrick Haouat, director de Erdyn. Quizá no resulta sorprendente que el equipo observase que la energía y el medio ambiente son los dominios de colaboración más importantes, especialmente en lo que respecta a la reducción del ruido, las emisiones y el consumo de combustible. El equipo del proyecto realizó un mapeo completo de tecnologías y áreas de interés para este y otros temas. El resultado de esta investigación es una base de datos digital de tecnologías que puede servir de fundamento para una nueva cooperación internacional más intensa.
Una receta para establecer asociaciones satisfactorias
Además, el equipo del proyecto comparte hallazgos no técnicos que funcionan como una receta para establecer colaboraciones internacionales satisfactorias. Más allá de las recomendaciones esperadas, como la priorización de las asociaciones equitativas y beneficiosas para todas las partes, el respeto a los derechos de propiedad intelectual y el énfasis en la normalización y la certificación, el equipo también señala factores clave para aumentar las posibilidades de éxito. En particular, recomiendan trabajar en un TRL bajo, una duración de proyecto óptima de dos a tres años, y la creación de un consorcio equilibrado que no incluya a más de diez socios del sector, instituciones de investigación, academia, pymes y agencias. Tal como Haouat comenta: «También tenemos otras recomendaciones. Aunque se ha puesto el foco sobre el sector aeronáutico para el desarrollo de nuevas tecnologías clave, la interacción con otros sectores (como el de las tecnologías digitales, la inteligencia artificial, los combustibles alternativos y el almacenamiento de energía) podría beneficiarse de una cooperación internacional. Asimismo, observamos que las sinergias de investigación multilaterales pueden generar avances tecnológicos rentables y que los vínculos interpersonales con representantes de Canadá, China, Estados Unidos, Japón y Rusia deberían mantenerse activos para continuar con el diálogo sobre unas bases ya consolidadas. Por último, también se deben establecer vínculos más allá de estos cinco países». El proyecto finalizó en mayo de 2020, pero Haouat afirma que aún queda mucho por hacer. «Los principales resultados de ICARe son solo una instantánea de la situación actual y deben actualizarse en el futuro. Mientras tanto, los vínculos establecidos con terceros países deberían mantenerse activos. Es necesario discutir este relevo con la Comisión Europea, pero una buena opción podría ser incluir al grupo ACARE INCO, cuya función es evaluar la forma en que la colaboración internacional puede respaldar el desarrollo de las tecnologías incluidas en la Agenda Estratégica de Investigación e Innovación. Este grupo ya ha trabajó en cooperación interregional antes de ICARe y algunos de sus miembros han contribuido de manera activa a las plataformas abiertas y a la identificación de oportunidades beneficiosas para todas las partes».
Palabras clave
ICARe, aviación, Flightpath 2050, cooperación internacional