Un vistazo preciso del impacto ambiental de la aviación
Aunque las aeronaves actuales son más aerodinámicas, ecológicas y seguras que sus predecesoras, aún se pueden mejorar. El impacto ambiental de la aviación preocupa mucho al público, por lo que organismos rectores internacionales, como la Unión Europea (UE) y la Organización de Aviación Civil Internacional, están introduciendo normas y reglamentos nuevos destinados a reducir la huella ambiental del sector. Como parte de la iniciativa Clean Sky 2 Technology Evaluator de la UE, el proyecto financiado con fondos europeos GLIMPSE2050 (Global Impact Assessment of Regulations and Policies for Sustainable Aviation by 2050) evalúa la eficacia de estos reglamentos potenciales para reducir el impacto ambiental de la aviación. Basándose en esta evaluación, el proyecto hace recomendaciones a partes interesadas concretas, como Clean Sky 2, la UE y los gobiernos nacionales, y al sector aeronáutico. «Al evaluar de forma exhaustiva las políticas que se debaten actualmente, podemos ofrecer a los responsables de la toma de decisiones un “vistazo” preciso del impacto ambiental de la aviación a escala mundial hasta el año 2050», comenta Michel van Eenige, supervisor de I+D en el Centro Aeroespacial de los Países Bajos (NLR, por sus siglas en neerlandés) y coordinador del proyecto GLIMPSE2050.
Superar los retos
El proyecto se centra en estimar las reducciones de ruido y emisiones que se pueden lograr a través de los reglamentos nuevos que se están debatiendo en estos momentos. En Clean Sky 2, los investigadores también tratan de evaluar hasta qué punto las nuevas medidas pueden ayudar a la aviación a alcanzar los objetivos ambientales establecidos en la iniciativa Flightpath 2050 de la UE. «Ahora mismo estamos en proceso de cuantificar el impacto ambiental de las políticas y los reglamentos seleccionados a escala mundial hasta 2050», explica van Eenige. «Aunque es demasiado pronto para hacer una declaración definitiva de cuáles son los resultados más importantes, creo firmemente que esta cuantificación tendrá una repercusión positiva sobre el sector aeronáutico». Este trabajo exigió a los investigadores superar varios retos. Por ejemplo, uno de los primeros fue realizar una revisión bibliográfica concreta de infinidad de políticas y reglamentos pertinentes. «En primer lugar, definimos el alcance de nuestro trabajo para poder realizar una revisión bibliográfica exhaustiva y estructurada», añade van Eenige. Una vez completada esta revisión bibliográfica, los investigadores afrontaron el reto que planteaban la modelización y la recopilación de datos. «En este punto, aprovechamos la amplia experiencia del NLR tras trabajar en una serie de proyectos marco de la UE, nuestros conocimientos en materia de retos ambientales y nuestras redes internacionales minuciosamente creadas», subraya van Eenige.
Hacia el Pacto Verde
Está previsto que el proyecto acabe en la primavera de 2021, por lo que los investigadores están ocupados finalizando sus cuantificaciones. «En definitiva, espero que el proyecto sirva de base para seguir investigando oportunidades de mejora, desarrollo y armonización de las políticas y los reglamentos en materia de aviación», comenta van Eenige. «De esta forma, la aviación puede convertirse en un socio de verdad de cara a la consecución de los objetivos de neutralidad climática del Pacto Verde Europeo». Van Eenige comenta que está previsto organizar un taller de difusión al final del proyecto. «Esta será una oportunidad excelente para comentar los resultados del proyecto con partes interesadas clave y diseñar un plan para aprovechar estos resultados», concluye.
Palabras clave
GLIMPSE2050, aviación, reglamento en materia de aviación, aeronave, tecnología aérea, Clean Sky 2, Pacto Verde Europeo