Una refrescante innovación para acabar con el desperdicio de alimentos
La pandemia de la COVID-19 ha afectado considerablemente a numerosos aspectos de nuestra vida. El confinamiento ha influido no solo en el modo de comprar, sino también en cómo preparamos y consumimos los alimentos. Una consecuencia de ello es un aumento de la demanda de ciertos electrodomésticos de cocina. La empresa italiana de nueva creación Mashcream ha identificado el helado casero como un posible sector de crecimiento. La empresa opina que, si los consumidores pueden elaborar ciertos productos en casa, se podrían reducir el consumo de energía y el desperdicio de alimentos, así como fomentar unos hábitos alimenticios más saludables. «En el sector de la heladería, el helado se produce al inicio de la cadena de valor», explica el coordinador del proyecto, Giacomo Bizzarri, director general y fundador de Mashcream (Italia). «Después, el producto debe almacenarse a lo largo de toda la cadena de frío, desde la producción hasta el hogar del consumidor, pasando por el transporte, lo cual supone un enorme consumo energético». Además, las heladerías deben preparar el helado sin saber si se venderá o tendrán que tirarlo a la basura. «Se nos ocurrió que podíamos reducir la "cadena de frío" del helado a la elaboración adaptada al consumo en casa», añade Bizzarri. «También queríamos ofrecer un kit de ingredientes saludables y orgánicos».
Helado en bandeja
La inspiración para el concepto de Mashcream surgió a partir de un viaje a Tailandia, donde los helados a menudo se elaboran en una bandeja plana y no en una superficie cóncava como es habitual en Italia. «En cuanto lo vi, me pareció una gran idea», comenta Bizzarri. «Y quise desarrollar algo similar para Europa». Bizzarri y su equipo diseñaron una unidad de refrigeración patentada. El dispositivo enfría una bandeja plana, sobre la cual se elabora el «gelato» al estilo italiano. El sistema está pensado para simplificar la elaboración de helado casero al máximo. En octubre de 2019 pusieron en marcha un proyecto con una duración de seis meses, financiado con fondos europeos, para afinar los aspectos técnicos de la unidad de refrigeración. El trabajo se centró en minimizar el tamaño del prototipo. Bizzarri y su equipo lograron reducir el peso de la unidad en un 50 % o más. «El diseño de la carcasa nos parece a la par moderno y clásico, por lo que el aspecto de las máquinas no perderá puntos con el paso del tiempo», explica. Asimismo, analizaron los mercados objetivo y las tendencias de consumo internacionales. «El estudio de los mercados y la evaluación comparativa competitiva desveló ciertos riesgos potenciales», señala Bizzarri. «Pudimos definirlos en función de su probabilidad y posible impacto, y desarrollar planes de contingencia».
Combatir el desperdicio de alimentos
Desde la finalización del proyecto, Mashcream ha establecido una importante asociación con un productor de helados italiano. El fabricante preparará los kits de ingredientes para elaborar helados con la receta de Mashcream, que tan solo contiene un 3 % de grasas. La empresa también está solicitando patentes para pequeños electrodomésticos en Italia, la Unión Europea y los Estados Unidos, además de intentar captar el interés de otros socios industriales y posibles inversores para lanzar su innovación al mercado. «Este proyecto realmente nos ha ayudado a confirmar nuestro concepto y nuestros objetivos», prosigue Bizzarri. «Queremos seguir desarrollando nuestras ideas de negocio y solicitar financiación adicional cuando se disipe la incertidumbre provocada por la epidemia de la COVID-19». Bizzarri opina que el concepto de Mashcream responde a la perfección a la creciente preocupación por el desperdicio de alimentos y el consumo de energía, y ofrece una solución novedosa para que los consumidores asuman el control. «Para ello, resulta esencial que nos responsabilicemos de cómo preparamos los alimentos e introduzcamos innovaciones sostenibles», concluye.
Palabras clave
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